El papa Francisco llamó este sábado a enfrentar la «degradación mental» que produce «la adicción al desplazamiento constante de contenidos en las redes sociales», durante su discurso en el marco del Jubileo de los Comunicadores.
«Tomemos este Jubileo como una oportunidad para renovarnos, para recuperar esa valentía: el coraje de liberar el corazón de lo que lo contamina. Centremos nuevamente nuestra atención en lo más elevado y noble de nuestra humanidad, evitando llenarlo con lo que lo deteriora», exhortó el Sumo Pontífice.
«Cada una de nuestras decisiones importa, por ejemplo, cuando buscamos erradicar esa degradación mental que surge de la dependencia al desplazamiento infinito en las redes. ¿Cómo podemos enfrentar esta problemática, si no es mediante un trabajo colectivo enfocado en la formación, especialmente para los más jóvenes?», añadió.
Francisco destacó la relevancia de promover «una educación mediática que nos forme en el pensamiento crítico, en la paciencia necesaria para discernir y comprender, y que fomente tanto el desarrollo personal como la participación activa en el futuro de nuestras comunidades».
«Necesitamos empresarios e ingenieros informáticos con coraje, para que la comunicación mantenga su belleza y no se corrompa. Los grandes cambios no pueden nacer de una multitud con mentes adormecidas, sino de la unión de corazones iluminados», afirmó.
«Hopetelling», la invitación del papa Francisco al periodismo
El papa Francisco también hizo un llamado a los periodistas a compartir «historias de esperanza», utilizando el término «hopetelling», preocupado por el impacto negativo de la constante exposición a noticias alarmantes en la salud mental de las personas.
«Quiero invitar a los comunicadores de todo el mundo a contar historias que transmitan esperanza. Que su narrativa se convierta también en #Hopetelling. Descubran esas pequeñas huellas del bien, incluso cuando todo parezca perdido, y permitan a las personas mantener la esperanza contra todo pronóstico», expresó el pontífice en su cuenta de X.
El fenómeno de consumir en exceso noticias negativas, conocido en inglés como doomscrolling, describe el hábito de pasar largos periodos revisando contenidos cargados de pesimismo, algo que incrementa la ansiedad.
Esta práctica puede manifestarse físicamente en palpitaciones, temblores o sudoración; psicológicamente, a través de dificultad para concentrarse, temor o frustración; y en lo conductual, mediante el aislamiento y un estado de alerta constante.
Frente a este panorama, en los últimos años han surgido plataformas y perfiles dedicados a compartir acontecimientos positivos que ocurren día a día.
Desde el ámbito de la comunicación digital se advierte que la inestabilidad actual afecta gravemente la salud mental, en un mundo caracterizado como «VUCA» (volátil, incierto, complejo y ambiguo). Entre las recomendaciones de los especialistas para mitigar este impacto están reducir el consumo de malas noticias, seleccionar fuentes confiables, desconfiar de la información automática, hacer pausas digitales y establecer límites en el uso de redes sociales.
Con información de C5N
Publicado en lanuevacomuna.com