Este jueves, el Papa Francisco designó a monseñor Gustavo Carrara como arzobispo de La Plata, ocupando el puesto que quedó vacante en mayo pasado tras la salida de Gabriel Mestre, removido por el Sumo Pontífice debido a tensiones internas.
La elección de Carrara no es casual, considerando el contexto generado por Mestre. Ordenado sacerdote en 1998 por el propio Jorge Bergoglio, Carrara consolidó una relación cercana con el entonces arzobispo porteño mientras desarrollaba su labor en la Pastoral de Villas.
Ese vínculo se reflejó claramente en 2017, cuando Francisco lo nombró el primer cura villero ascendido a obispo, otorgándole el cargo de auxiliar de Buenos Aires.
Con este nombramiento, Francisco envía un mensaje contundente dentro de la Iglesia, tras el desafío representado por Mestre, quien protagonizó enfrentamientos con el Papa respecto al sucesor en la Diócesis de Mar del Plata.
Los desacuerdos culminaron en solicitadas públicas, tensiones mediáticas y un pedido directo de renuncia que Francisco hizo a Mestre tras convocarlo al Vaticano. Este episodio lo convirtió en el arzobispo que menos tiempo ocupó el cargo en la historia de la diócesis platense, con poco menos de un año en funciones.
Por su parte, Carrara es conocido por su firme apoyo a la agenda de Tierra, Techo y Trabajo, promovida por el Papa Francisco. Durante ocho años, fue párroco en la villa 1-11-14 del Bajo Flores, y actualmente se desempeña como vicario episcopal para la Pastoral de Villas y presidente de la Comisión Episcopal de Cáritas Argentina.
El perfil del nuevo arzobispo fue bien recibido por sectores cercanos al oficialismo bonaerense. El ministro Andrés Larroque destacó: “Saludamos con gratitud el nombramiento de Monseñor Gustavo Carrara como nuevo Arzobispo de La Plata, un Pastor con olor a oveja que siempre caminó junto a los humildes”.
Crítico de los tiempos actuales, Carrara se ha mostrado sensible frente a las necesidades sociales. El año pasado participó de una misa en apoyo al Papa tras los dichos del entonces candidato Javier Milei, quien había calificado a Francisco como “el representante del maligno en la Tierra”.
Asimismo, durante una misa en memoria del sacerdote Mauricio Silva, asesinado por la dictadura, surgieron cánticos de “La Patria no se vende”, lo que generó polémica en algunos sectores. Posteriormente, Carrara emitió un comunicado disculpándose si alguien se había sentido ofendido.
Adherente a la Teología del Pueblo, con una visión profundamente comunitaria, Carrara expresó en mayo: “Vivimos en un mundo marcado por el individualismo, con una cultura que dice ‘salvate a vos mismo’. Pero ese camino solo lleva al ‘todos contra todos’”.
Con información de La Política Online
Publicado en lanuevacomuna.com