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LA ERA MILEI, SOBERANIA

El pacto de Milei con el Tesoro de EE.UU.: otro avance colonialista

Además de la ocupación británica de nuestras Islas Malvinas, concretada en 1833 y sostenida hasta hoy, en numerosas oportunidades distintos mecanismos buscaron someter la soberanía argentina, sin éxito hasta el presente.

El convenio con el Tesoro de EE.UU., anunciado el 24 de septiembre, se inscribe en esa misma línea.

Primero haré un repaso de algunos antecedentes históricos y de las respuestas que dio el país, para luego enfocarme en el caso actual.

El empréstito de la Baring Brothers

Ese crédito marca el inicio de la deuda externa argentina. El 1 de julio de 1824, Rivadavia firmó con la banca Baring un préstamo por un millón de libras esterlinas, supuestamente destinado a construir el puerto de Buenos Aires, fundar tres ciudades y proveer de agua corriente a la capital. El Estado comprometía bienes, rentas y tierras, hipotecándolas para garantizar el pago. En 1828 incluso se liquidó la escuadra naval y se entregaron en pago dos fragatas en construcción en Inglaterra. Así, cuando se produjo la ocupación de Malvinas, no existían fuerzas navales para resistir.

A Buenos Aires llegaron en realidad unas 570 mil libras esterlinas. Ninguna de las obras previstas se llevó a cabo: los fondos fueron entregados al Banco de Descuento para que prestara a sus clientes con intereses mucho menores a los que debía pagar la provincia a la Baring. La deuda se terminó de cancelar recién en 1903.

El bloqueo anglo-francés

En 1845, Gran Bretaña y Francia bloquearon los puertos de Buenos Aires y los ríos de la Confederación con la intención de controlar el comercio fluvial. La Confederación, bajo el mando de Rosas, respondió.

El 20 de noviembre de 1845, las tropas al mando de Lucio V. Mansilla enfrentaron a la escuadra invasora en la Batalla de la Vuelta de Obligado. Aunque las cadenas del río Paraná fueron finalmente cortadas, los posteriores combates de San Lorenzo y Toneleros y la baja rentabilidad comercial llevaron a los agresores a desistir.

Cada 20 de noviembre los argentinos recordamos el Día de la Soberanía.

El pacto Roca-Runciman

En 1933, el vicepresidente Julio Argentino Roca (hijo) y el ministro británico Walter Runciman firmaron un acuerdo que aseguraba a Argentina una cuota de exportación de carne, a cambio de conceder privilegios comerciales y priorizar el pago de la deuda externa.

El tratado provocó un fuerte escándalo político tras las denuncias de Lisandro de la Torre y resultó profundamente dañino para la economía nacional.

La “Revolución Argentina”

Bajo la conducción económica de Adalbert Krieger Vasena se buscó imponer desindexación salarial, flexibilización laboral, recorte del gasto y reducción de subsidios a la industria. El FMI otorgó un crédito de 200 millones de dólares. Entre 1962 y 1968, 39 grandes empresas argentinas pasaron a manos extranjeras.

En 1969, entre las 50 compañías más importantes del país, el 22% estaba en manos estadounidenses, 29% en manos europeas, 15% privadas nacionales y 34% en el Estado.

La dictadura cívico-militar

Mientras la Junta Militar ejecutaba un genocidio con 30.000 desaparecidos, la economía quedó en manos de los grupos empresarios que impulsaron el golpe. José Alfredo Martínez de Hoz, titular del Consejo Empresario Argentino, asumió el Ministerio de Economía y aplicó un programa dictado por el FMI, que benefició a monopolios y disparó la deuda: de US$ 7.875 millones en 1975 a US$ 45.087 millones en 1983.

En 1977 se sancionó la Ley de Entidades Financieras, que prohibió al Estado financiarse vía Banco Central y lo obligó a recurrir a préstamos internos y externos, alimentando la especulación.

EE.UU. fue un socio clave de la dictadura, brindando respaldo político, económico y militar. Henry Kissinger visitó varias veces el país mientras se perpetraban ejecuciones, desapariciones, torturas y el robo de bebés.

El ALCA

El Área de Libre Comercio de las Américas, promovida desde 1994, debía entrar en vigencia en la Cumbre de Mar del Plata de 2005. Allí, sin embargo, los presidentes Néstor Kirchner, Lula da Silva, Pepe Mujica y Hugo Chávez lo frenaron con cuestionamientos públicos, hasta que el tratado quedó sepultado.

Los créditos recientes del FMI

Tras la crisis de 2001, el gobierno de Duhalde y luego los de Néstor y Cristina Fernández de Kirchner cancelaron los pasivos con el FMI, cerrando esa etapa de condicionamientos.

En 2017, Mauricio Macri reabrió la puerta a las revisiones del organismo. En 2018, tras una corrida cambiaria, se pactó el préstamo más grande de su historia: US$ 57.100 millones, más otros 5.650 millones del BID.

Ya con Milei, el endeudamiento continuó: el FMI habilitó un crédito de US$ 20.000 millones, llevando la deuda al organismo a más de US$ 61.000 millones en el primer trimestre de 2025.

El acuerdo de Milei con el Tesoro estadounidense

El mismo día en que escribo, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, anunció que se negocia un swap de monedas por US$ 20.000 millones, acompañado por un “crédito standby significativo” del Fondo de Estabilización de Intercambio e incluso la compra de bonos argentinos en dólares, según difundió en redes sociales.

Al mismo tiempo, se informó que el Banco Mundial y el BID acelerarán desembolsos por un total de US$ 7.900 millones para asistir al gobierno de Milei, en sintonía con el respaldo de Washington.

Lo insólito fueron las condiciones difundidas: ¡que el propio Milei gane las elecciones del próximo 26 de octubre!

Con ello, Trump busca atar de pies y manos al presidente argentino a su estrategia: las demás exigencias —desde bases militares hasta control de recursos naturales— vendrán si Milei se impone con el sostén norteamericano.

El cuadro es evidente: la soberanía argentina debe expresarse en las urnas y frenar este nuevo intento de sometimiento colonial.

Con información de Agencia Paco Urondo

Publicado en lanuevacomuna.com

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