El Papa Francisco murió este lunes de Pascua, 21 de abril de 2025, a los 88 años, en su residencia del Vaticano, la Casa Santa Marta. Jorge Mario Bergoglio, quien a los 76 años era arzobispo de Buenos Aires, se convirtió en 2013 en el primer papa jesuita, el primer pontífice de América Latina y el primer argentino en asumir el máximo cargo eclesiástico.
De acuerdo con el comunicado oficial del Vaticano, el Obispo de Roma falleció a las 7:35 de la mañana. A las 9:45, el cardenal Kevin Farrell, Camarlengo de la Cámara Apostólica, informó públicamente la noticia desde la Casa Santa Marta:
“Queridos hermanos y hermanas, con profundo pesar debo anunciar el fallecimiento de nuestro Santo Padre Francisco. A las 7:35 de esta mañana, el Obispo de Roma, Francisco, regresó a la casa del Padre. Dedicó toda su vida al servicio del Señor y de su Iglesia”.
En otro mensaje oficial, añadieron:
“Nos enseñó a vivir los valores del Evangelio con fidelidad, valentía y amor universal, especialmente a favor de los más pobres y marginados. Con inmensa gratitud por su ejemplo como verdadero discípulo del Señor Jesús, encomendamos el alma del Papa Francisco al infinito amor misericordioso del Dios Uno y Trino”.
El pontífice había sido internado el 14 de febrero de 2025 en el Hospital Policlínico Agostino Gemelli tras sufrir un cuadro persistente de bronquitis. Su estado de salud se agravó con el paso de los días y, el 18 de febrero, los médicos le diagnosticaron una neumonía bilateral. Después de 38 días de hospitalización, volvió al Vaticano para seguir con su tratamiento en su residencia personal.
El domingo de Pascua, Francisco hizo su última aparición pública, en la que expresó su deseo de “un desarrollo productivo” para el mundo.
Ya en su juventud, el Papa tuvo antecedentes pulmonares: en 1957, en Argentina, le fue extirpada parte del pulmón por una infección grave. Desde entonces, fue propenso a padecimientos respiratorios. En noviembre de 2023, incluso, suspendió una visita a Emiratos Árabes Unidos por una gripe acompañada de inflamación pulmonar.
En abril de 2024, Francisco autorizó una nueva edición del libro litúrgico que regula los funerales papales, el Ordo Exsequiarum Romani Pontificis, que será utilizado para su misa exequial, aún sin fecha confirmada. Esta edición incorpora cambios sobre el manejo de los restos papales tras la muerte y fue elaborada bajo el pedido expreso del Papa de simplificar los rituales funerarios, resaltando su dimensión espiritual:
“El rito renovado”, explicó el arzobispo Diego Ravelli, Maestro de Ceremonias Apostólicas, “busca subrayar aún más que el funeral del Romano Pontífice es el de un pastor y discípulo de Cristo y no el de un poderoso de este mundo”.
La elección de Bergoglio como Papa, el 13 de marzo de 2013, marcó un antes y un después en la historia del Vaticano. Su llegada al papado generó una gran expectativa mundial, sobre todo en Argentina, donde ya era conocido por su fuerte vínculo con los sectores más postergados y su firme postura a favor de la equidad social.
Durante su pontificado, Francisco promovió una Iglesia más cercana, basada en la humildad, el encuentro y el diálogo con otras religiones. Puso en primer plano la opción por los pobres, el cuidado del planeta y la denuncia de las desigualdades. También llevó adelante reformas dentro del Vaticano, apostando por una mayor transparencia y un aggiornamento institucional.
Fue un líder reformista que, sin evitar las controversias, promovió debates y transformaciones dentro y fuera del ámbito religioso. Su defensa de los derechos humanos, su visión sobre la migración, y su constante llamado a la fraternidad universal lo posicionaron como una de las voces morales más influyentes del siglo XXI. Uno de sus mayores legados fue el impulso del camino sinodal, una forma participativa de pensar la Iglesia, integrando a los laicos y abriendo discusiones fundamentales.
La Nueva Comuna