crossorigin="anonymous">

ACTUALIDAD

El hábito que debe moderarse a los 50 años para aumentar la esperanza de vida

La genética influye en la longevidad, pero el estilo de vida que llevamos es un factor crucial para vivir más años, mantenerse saludable y continuar disfrutando de las actividades que amamos.

Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de California en San Francisco, Estados Unidos, reveló una conexión entre seguir una dieta rica en vitaminas y minerales, con un bajo consumo de azúcar, y una edad biológica más joven a nivel celular.

El estudio fue publicado en la revista JAMA Open Network. Los investigadores evaluaron cómo diferentes enfoques de alimentación saludable influían en un «reloj epigenético», un análisis bioquímico que estima tanto la salud como la esperanza de vida.

Los resultados mostraron que, cuanto más equilibrada era la dieta de una persona, sus células parecían más jóvenes. Sin embargo, incluso con una alimentación saludable, cada gramo de azúcar añadido estaba vinculado a un incremento en la edad epigenética.

Es sabido que el azúcar añadido está presente en el 74% de los alimentos procesados, incluyendo productos que se consideran «saludables» como el yogur y las barritas energéticas.

El estudio también examinó el consumo de azúcar de forma aislada y encontró que una ingesta elevada de alimentos con azúcar añadido estaba relacionada con un envejecimiento biológico acelerado, incluso cuando se seguía una dieta saludable.

«Debido a que los patrones epigenéticos pueden ser reversibles, reducir 10 gramos de azúcar añadido al día podría equivaler a retroceder el reloj biológico en 2,4 meses, si esta reducción se mantiene a lo largo del tiempo», explicó Barbara Laraia, coautora principal del estudio y profesora en el programa de Alimentación, Nutrición y Salud de la Población en la UC Berkeley.

«Focalizarse en alimentos ricos en nutrientes esenciales y bajos en azúcares añadidos podría ser una nueva estrategia para motivar a las personas a comer mejor y vivir más tiempo», agregó.

«El consumo excesivo de azúcares es un problema de salud pública. Está comprobado que los alimentos y bebidas pueden convertirse en fuentes de azúcares libres que aportan calorías innecesarias en todas las etapas de la vida», comentó Gabriela Saad, licenciada en nutrición y coordinadora del grupo de investigación en alimentos de la Sociedad Argentina de Nutrición (SAN). Generalmente, estos azúcares carecen de nutrientes esenciales como vitaminas y minerales.

Diversos estudios científicos han concluido que un consumo elevado de azúcares libres, por encima de las recomendaciones, incrementa el riesgo de aumento de peso, obesidad, diabetes tipo 2 y sus complicaciones, como el accidente cerebrovascular y las enfermedades cardíacas.

Cuando se trata de azúcares añadidos, que pueden encontrarse en golosinas, pastelería o bebidas azucaradas en cantidades preocupantes, es fundamental moderar su consumo a cualquier edad.

Es ideal adoptar hábitos saludables desde la infancia, pero es especialmente importante reducir el consumo de azúcares añadidos al llegar a los 50 años, así como también la ingesta de sal. Nunca es tarde para empezar, y siempre es mejor prevenir que curar, señaló la licenciada. También es crucial controlar el exceso de nutrientes críticos como el azúcar y la sal.

Muchas personas buscan asesoramiento nutricional debido a problemas de obesidad y otras enfermedades crónicas no transmisibles. Es evidente que el ritmo de vida influye en la elección de opciones menos saludables y en un estilo de vida sedentario. Se debería prestar más atención al patrón alimentario en general, en lugar de eliminar un alimento específico, como ocurre con las harinas.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de azúcares libres a menos del 10% de la ingesta calórica total para prevenir el exceso de peso y las caries dentales, y a menos del 5% para obtener beneficios adicionales para la salud.

Los azúcares son carbohidratos, pero no debemos confundirnos: no se trata de eliminar todos los carbohidratos presentes en alimentos como cereales, frutas y verduras. El 50% de las calorías en una dieta equilibrada deberían provenir de alimentos como cereales, legumbres, frutas y verduras.

No es apropiado generalizar las restricciones para todas las personas, aclaró Saad. «Sin embargo, es importante señalar que si una persona deja de consumir azúcar, es posible que no experimente efectos negativos. De hecho, para quienes padecen enfermedades como la diabetes, el azúcar simple no es recomendable», añadió.

Es esencial también incluir el placer en la alimentación, que está relacionado con la palatabilidad. Hay ciertos alimentos y recetas que requieren azúcar. «El azúcar simple no es un nutriente esencial, pero tampoco debería estar completamente prohibido», enfatizó.

Cuando hablamos de longevidad y esperanza de vida, debemos tener en cuenta que la alimentación es solo un aspecto a considerar.

«Nunca es tarde para mejorar el estilo de vida. Lo ideal sería comenzar desde la infancia, moderando el consumo de alimentos con altos niveles de nutrientes críticos como sal, azúcar y grasas saturadas. Los conceptos de bueno o malo, permitido o prohibido, no se corresponden con un patrón alimentario saludable», explicó.

Por eso, es importante incluir en la dieta alimentos que sí aporten nutrientes, como las grasas de los aceites esenciales.

con información de Infobae

Publicado en lanuevacomuna.com

Deja un comentario


Soporte Wordpress por Efemosse y Alipso
Verificado por MonsterInsights