El Gobierno debió convocar de urgencia a Gerónimo “Momo” Venegas, su principal aliado sindical en las últimas elecciones, luego de que el titular de UATRE decidiera apoyar la marcha contra el Ejecutivo que anunciaron las tres ramas de la CGT para fines de abril.
Desde el triunfo de Mauricio Macri en el ballotage, el Momo venía haciendo un trabajo de hormiga para serenar a sus pares del movimiento obrero. “Denle tiempo a Mauricio”, repetía en cada reunión con Hugo Moyano, Luis Barrionuevo y el resto de las cabezas del sindicalismo.
Pero ayer, Venegas se presentó en la reunión que las tres CGT organizaron en el microcentro porteño y en ningún momento se opuso a las determinaciones de Moyano, Antonio Caló y compañía, contrarias a los intereses de su aliado Macri.
A diferencia de todas las reuniones anteriores, el Momo hizo silencio y avaló las medidas de sus compañeros gremialistas. “El Momo es muy leal, cuando siente que puede traicionar a los amigos rompe una alianza”, dijeron fuentes del mundo gremial.
El Gobierno reaccionó con rapidez y citó al Momo a la Rosada para primera hora de la mañana. El jefe de gabinete, Marcos Peña, recibió al sindicalista en su despacho. Esa no fue la única reunión con la primera plana del Gobierno: Venegas luego bajó a la planta baja de la Rosada y se reunió en privado con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, quien compite con Peña por la candidatura presidencia del PRO.