Hasta ahora, los niños y adolescentes solo podían acceder a formas de inversión más restringidas, como Fondos Comunes de Inversión, plazos fijos y billeteras digitales. Sin embargo, con esta nueva normativa, las opciones disponibles se amplían de manera significativa.
INVERTIR DESDE TEMPRANA EDAD
A partir de ahora, los menores podrán abrir subcuentas comitentes a través de agentes de liquidación y compensación (ALyC) y participar en la compra y venta de acciones, bonos, Cedears (certificados de depósitos argentinos de acciones extranjeras) e incluso realizar cauciones.
Para llevar a cabo estas operaciones, los menores necesitarán la autorización de sus representantes legales. Los padres o tutores deberán presentar una declaración jurada con información básica como nombre completo, domicilio, nacionalidad y número de documento, ya que serán los encargados de supervisar las inversiones realizadas por los adolescentes.
Sin embargo, la resolución genera debate, ya que permite que, en algunos casos, los adolescentes a partir de los 16 años puedan operar con mayor autonomía. Este punto ha generado preocupación en algunos sectores que ven la medida como una forma de exponer a los jóvenes al riesgo financiero y fomentar lo que comúnmente se llama «juego financiero».
Según detalla el comunicado en el Boletín Oficial, los padres o tutores deberán “monitorear el comportamiento de las inversiones”, aunque deja en manos de cada adulto la decisión de hacerlo o no.
También se sugiere que los padres tengan conocimientos sobre estos instrumentos para poder realizar un seguimiento adecuado, aunque no es un requisito obligatorio, solo una recomendación.
LA JUSTIFICACIÓN DE LA «EDUCACIÓN FINANCIERA»
Los defensores de la medida argumentan que fomentará la educación financiera entre los jóvenes, preparándolos para tomar decisiones informadas en el futuro.
La Comisión Nacional de Valores (CNV) sostiene que este paso tiene como objetivo “ampliar el acceso al mercado de capitales” y promover una “cultura de inversión” entre las nuevas generaciones.
En este sentido, ya se han lanzado varios programas de educación financiera en escuelas secundarias, tanto de forma virtual como presencial, en diversas provincias del país.
Se prevé que en 2025 la Ciudad de Buenos Aires incorpore estos contenidos de forma obligatoria en el currículo escolar.
Sin embargo, muchas voces se alzan en contra, argumentando que esta apertura es una forma peligrosa de normalizar la participación en mercados financieros entre los niños.
Para algunos, permitir que preadolescentes inviertan en instrumentos de alto riesgo no es adecuado, especialmente en un país como Argentina, que tiene una larga historia de fraudes financieros y estafas piramidales.
Casos recientes, como el esquema Ponzi que aún afecta a decenas de inversores en San Pedro, ponen en evidencia la fragilidad del sistema para detectar estafas y protegen a los inversores, lo que alimenta los temores sobre la vulnerabilidad de los adolescentes ante estas situaciones.
EL ROL DEL GOBIERNO DE MILEI Y EL MERCADO
El presidente Javier Milei, cuyo gobierno promueve políticas de liberalización financiera, ha sido un ferviente defensor de este tipo de medidas durante años.
En el pasado, Milei estuvo relacionado con la promoción de empresas de inversión que resultaron ser esquemas Ponzi, lo que ha incrementado las preocupaciones entre los críticos de esta medida.
Por otro lado, los sectores afines al mercado y los seguidores de Milei aplauden la flexibilización, afirmando que permitirá a los jóvenes familiarizarse con el sistema financiero desde una edad temprana y aprovechar las oportunidades de crecimiento que ofrecen estos instrumentos.
Mientras tanto, grupos de padres y organizaciones defensoras de los derechos de los niños y adolescentes han manifestado su oposición a esta medida en redes sociales, expresando que temen que esta apertura facilite la explotación económica de los menores.
Argumentan que el conocimiento financiero no se adquiere simplemente abriendo una cuenta de inversión, y que la falta de madurez y experiencia puede llevar a decisiones arriesgadas y potencialmente perjudiciales.
En conclusión, la nueva disposición de la CNV ha desatado un intenso debate sobre la educación financiera, el acceso a los mercados y el papel de los menores en un sistema considerado por muchos como excesivamente volátil para personas tan jóvenes.
Con información de Infocielo
Publicado en lanuevacomuna.com