El genocida Menéndez podría quedar en libertad por el 2X1
El genocida tiene 12 cadenas perpetuas en su contra, pero está en condiciones de pedir el nuevo beneficio de la Corte y obtener la condicional. Cómo vive el represor que consideraba «blando» a Videla y quería que ganara Macri.
El día que conocí al genocida Luciano Benjamín Menéndez, una de las caras más siniestras de la dictadura cívico-militar, tuve que atravesar un largo pasillo en los Tribunales de Córdoba, donde el siniestro cómplice, camarada y amigo de Jorge Rafael Videla iba a recibir en 2014 su duodécima cadena perpetua por crímenes de lesa humanidad. A ese sector lo llamaban «el pasillo de la muerte» porque allí se reunían, sentados en bancos o adentro de tres salitas, los represores con sus familiares. El lugar tenía la atmósfera de un geriátrico: la espera inútil, el silencio incómodo, el aburrimiento. De un lado, tres viejos dormidos. Del otro, uno que babeaba y otro que cabeceaba y fumaba a escondidas. Ni la cercanía de la muerte les había borrado la crueldad impregnada en sus facciones.
Después de que la Corte Suprema de Justicia el miércoles 3 declarara aplicable el cómputo del 2×1 para la prisión en un caso de lesa humanidad (el del torturador Luis Muiña, que actuaba en el Hospital Posadas), el genocida -que cumple arresto domiciliario en su casa de Córdoba- podría solicitar ese beneficio.»En 2013 lo había pedido, pero ahora creemos que lo volverá a hacer. Recibió 12 perpetuas pero se computan como si fuera una. El máximo es 25 años. Si lo pide y un juez se lo concede, Benjamín Menéndez estaría en condiciones de salir en libertad», dice Claudio Orosz, abogado de Hijos en Córdoba, a BigBang.
AMO Y SEÑOR DE LA CRUELDAD Y LA MUERTE
Benjamín Menéndez, alias «Cachorro», «Hiena» o «Chacal», ex jefe del Tercer Cuerpo de Ejército durante la dictadura cívico militar, tiene 91. En 1988 había sido procesado por 47 casos de homicidio, 76 de tormentos, cuatro de ellos seguidos de muerte y cuatro sustracciones de menores, pero la Corte Suprema lo había desprocesado por la Ley de Punto Final. La primera sentencia a cadena perpetua la había recibido en 2008. Entonces fue condenado por los crímenes cometidos en el marco del Plan Cóndor, un plan represivo conjunto de las dictaduras de Chile, Uruguay y Argentina en los años 70.
Según la biografía “Cachorro, vida y muertes de Luciano Benjamín Menéndez” (Editorial Raíz de dos, 2013), del periodista Camilo Ratti, Menéndez quería que la Argentina entrara en guerra con Chile en el conflicto del Beagle. “Si nos dejan atacar a los chilotes, los corremos hasta la isla de Pascua, el brindis de fin de año lo hacemos en el Palacio de La Moneda y después vamos a ir a mear el champagne en el Pacífico”.
En los años más oscuros del país estuvo al mando del destacamento de Inteligencia 141 General Iribarren, del que dependía el centro clandestino de detención La Perla, conocido como “la ESMA cordobesa”, que comenzó a funcionar en 1975. Por allí pasaron 2500 hombres y mujeres. Unos pocos sobrevivieron.
Rodolfo Palacios
BIGBANGNEWS