Llamativo pero alarmante
El fenómeno llama la atención a pesar de no ser novedoso: en algunos sectores de la playa de Quequén, el agua que golpea las rocas se volvió blanco, con una consistencia casi cremosa.
Ocurrió en el mediodía de este sábado 26 de julio y la zona exacta en que se tomaron las imágenes es en cercanías de Punta Carballido, entre Costa Bonita y Bahía de los Vientos, en Quequén.
El por qué no queda claro. Algunas fuentes señalan que es a consecuencia del fuerte oleaje que remueve los sedimentos marinos, otras fuentes directamente apuntan al vertido de los efluentes cloacales en el caño ubicado en Punta Carballido. Los líquidos arrastran y vierten al mar todas las sustancias orgánicas de desecho de las ciudades de Necochea y Quequén, sin ningún tipo de tratamiento. Llevan consigo restos de sustancias de todo tipo, como son los detergentes hogareños e industriales y agroquímicos, de uso habitual en la zona.
El tema está ampliamente denunciado por las entidades vecinalistas de Quequén, quienes llevaron el reclamo de la construcción de una planta de tratamiento de efluentes cloacales hasta los más altos niveles de los gobiernos municipales, provinciales y nacionales, hasta ahora sin resultado.
Natural o no, el fenómeno resulta llamativo pero a la vez alarmante.