El equipo de C5N vivió un tenso momento durante la cobertura de la guerra entre Rusia y Ucrania, cuando se dirigían a cubrir una zona bombardeada por los rusos en Ivano-Frankivsk: los periodistas Gabriel Michi y Karen Maron y el camarógrafo Leo Da Re fueron detenidos e interrogados por el ejército y los servicios de inteligencia ucranianos.
«Nos enteramos de que había habido bombardeos en Ivano-Frankivsk, a unos 130 km de Lviv, el lugar donde estábamos. Sabíamos que era un aeropuerto mixto, de civiles y militares. Pusimos el GPS para que nos guíe y llegamos al aeropuerto, pero solamente había naves militares. Allí apagamos la filmación, ya que no se puede grabar este tipo de objetivos», comenzó el relato Michi.
El recorrido que hicieron Gabriel Michi y Leo Da Re en el momento en el que fueron detenidos.
«Bajamos para preguntarles acerca del bombardeo y de si íbamos a poder hacer la cobertura. Mostramos todas nuestras credenciales, pero nos dijeron que no y que esperemos. Al rato, llegó un grupo comando que nos rodeó. Nos interrogaron ahí, les mostramos que el GPS nos llevó a ese lugar y nos terminaron llevando a un interrogatorio a otro lugar», contó.
«Nos llevaron a un edificio, después de varias vueltas. Un traductor nos explicó por qué nos habían llevado ahí. En ese lugar nos tuvieron 10 horas. Trajeron a un capo de los servicios de inteligencia para interrogarnos de muy mala manera. Se ensañaron con nuestro camarógrafo, que es un argentino que vive en Rusia. Lo trataron como un espía», subrayó.
«Nos borraron las imágenes, nos intervinieron los teléfonos, le sacaron fotos a las fotos de nuestras familias, nos incomunicaron… Ellos sugerían que nosotros estábamos haciendo una tarea de espionaje», remarcó.
«Tipo 3 de la mañana nos dicen a Karen y a mí que nos podíamos ir y que nos habían reservado un hotel. Les dijimos que sin Leo no nos íbamos a ir, pero nos dicen que nos teníamos que ir sí o sí. A las 7 de la mañana volvimos al lugar para acompañarlo a un lugar a donde lo iban a trasladar. Nos dirigimos a un departamento de migraciones. Allí, lo interrogan con violencia, tratándolo de agente ruso. En un momento, Leo nos manda un mensaje en el que me pedía ayuda porque lo iban a llevar preso. Finalmente, a él lo deportaron y nos dirigimos rumbo a la frontera con Polonia en donde nos recibió la embajadora», cerró.
C5N
Publicado en lanuevacomuna.com