Una defensa que impidió que se inundaran varios barrios localesEl camino viejo a La Dulce es una laguna y se construyó un terraplén Oscar González – Redacción La construcción de un terraplén de defensa impidió que el agua proveniente del camino viejo a La Dulce ingresara a Necochea y pusiera en jaque a varios complejos habitacionales, tales los casos del Fonavi, Los Tilos y Nueve de Julio. El oportuno trabajo fue concretado por el Ente Vial Rural Descentralizado cuando se observó que la masa líquida superaba la antigua canalización y se palpaba la posibilidad cierta que, a raíz del potencial desborde, el agua tomara cruzara la ruta 228, para luego tomar por la calle 114 y amenazar seriamente a los barrios. El jefe técnico del mencionado organismo, Sergio Giorello, reconoció el riesgo y dijo que, en forma diaria, debe controlarse la defensa porque el canal sube de modo permanente por el enorme caudal de agua que desciende. Esto hace que el camino viejo a La Dulce, conocido como Las Dos Hermanitas, se haya transformado en una laguna de considerables dimensiones. Este camino comienza en inmediaciones de la rotonda de acceso a la ciudad por la ruta 228. El agua está siendo canalizada en dirección a la rotonda de las rutas 86 y 228, pasando junto al Sector Industrial Planificado, para luego desembocar en el Río Quequén. «El accionar del agua es continuo, por lo que todos los días se debe trabajar en el terraplén de defensa», explicó Giorello, admitiendo que «de no haberse realizado esta contención principal, es posible que hubieran corrido riesgo los barrios». Giorello sobrevoló ayer el distrito junto a la titular de la Zona V de la Dirección de Saneamiento y Obras Hidráulicas de la Provincia de Buenos Aires, ingeniera Susana Laborde, ratificando que la zona más crítica es la de la costa y en el norte del partido. Explicó que el camino al balneario Los Angeles (conduce al complejo Termas del Campo) está cortado a unos 42 kilómetros de Necochea, dado que el agua arrastró un puente alcantarilla, para comentar que desde el aire se pudo apreciar que dos cascos de establecimientos agropecuarios se hallan semicubiertos por el agua. «Los principales cortes se registran desde la ruta 228 hacia el mar», sostuvo Sergio Giorello, señalando que «el eje Ramón Santamarina-La Dulce está bien, lo mismo que entre Juan N. Fernández y Claraz». En este último aspecto, dijo que en la ruta 80 que une ambas poblaciones, se encuentra prohibido el paso de camiones. Los principalesDe acuerdo con lo indicado, el Ente Vial Rural Descentralizado está abocado a los caminos considerados como «principales», ya que los secundarios se hallan en deficiente estado por los anegamientos y, posteriormente, se encarará su reparación. Hay maquinarias del organismo trabajando en el denominado «camino de los tres puentes» (kilómetro 76 de la ruta86), donde pasan los arroyos Calaveras, Quequén y Pescado Castigado. «El objetivo es el de permitir el tránsito porque lo utilizan mucho (al segundo de ellos) la gente que va desde Juan N. Fernández a San Cayetano», explicó. Además, informó que se habilitó el paso en el paraje La Luisa -no para camiones- y se colocaron cintas de seguridad porque el terreno fue socavado por el agua. Para hoy está contemplada la apertura de una de las salidas en el Tupungato, la cual habitualmente se cubre y debe ser abierta, añadiendo que las obras hidráulicas ejecutadas años atrás evitaron «un desastre». Precisamente, Giorello consignó que «funcionaron muy bien» las canalizaciones ejecutadas en la cuenca del Tupungato y los arroyos Reserva, Mendoza, Zabala y Los Angeles I. Por otra parte, se supo que hoy miércoles, a partir de las 11, habrá una reunión en el Ente Vial Rural Descentralizado, donde se analizará la actual situación junto con los productores del distrito y representantes del municipio, trascendiendo que uno de los objetivos sería el de reflotar la Comisión Hídrica que trabajó durante varios años en nuestro medio. ECOS DIARIOS