El aumento del nivel del mar se ha convertido en una de las mayores amenazas del cambio climático a nivel global, y Argentina no es la excepción. Los océanos están subiendo más rápido y más alto que nunca, impulsados por el calentamiento global y el derretimiento de los glaciares. Este fenómeno plantea un peligro inminente para diversas regiones costeras del país, donde la vulnerabilidad ante inundaciones y otros desastres naturales está en constante aumento.
Causas y efectos del aumento del nivel del mar
El principal motor del aumento del nivel del mar es el calentamiento global, que provoca la expansión térmica de los océanos y el derretimiento de grandes masas de hielo en Groenlandia y la Antártida. Según los expertos, el nivel del mar ha aumentado en promedio alrededor de 20 centímetros desde el siglo XIX, pero en las últimas décadas, esta tasa se ha acelerado significativamente.
El aumento del nivel del mar tiene múltiples efectos devastadores. En primer lugar, las inundaciones costeras son cada vez más frecuentes, lo que pone en riesgo los hogares, la infraestructura y la economía de las zonas afectadas. Además, el agua salada que se infiltra en las fuentes de agua dulce contamina los suministros, dificultando el acceso a agua potable para miles de personas. Por último, la erosión costera y la pérdida de hábitats naturales son otras consecuencias directas que amenazan tanto a la biodiversidad como a las comunidades humanas.
Regiones en riesgo en Argentina
En Argentina, varias regiones costeras están particularmente expuestas al aumento del nivel del mar. Según las proyecciones de los expertos, la situación podría volverse crítica si la temperatura global sigue aumentando.
- Buenos Aires y su zona costera: La provincia de Buenos Aires, que alberga a más de un tercio de la población del país, es una de las áreas más vulnerables. Las localidades costeras como Mar del Plata, Necochea, Carmen de Patagones, Bahía Blanca y la Ciudad de Buenos Aires están en riesgo de sufrir inundaciones periódicas y daños en su infraestructura portuaria.
- Delta del Paraná: Esta región, que es clave para la navegación y la actividad económica del país, está amenazada por la combinación del aumento del nivel del mar y el incremento en la frecuencia de tormentas. La salinización del agua dulce podría afectar gravemente la agricultura y la ganadería locales.
- Patagonia: Aunque la Patagonia es menos densamente poblada, su costa atlántica podría verse gravemente afectada por la erosión y la pérdida de biodiversidad. Las áreas protegidas, como la Península Valdés, también podrían enfrentar desafíos significativos en la preservación de su fauna marina.
Nuestra zona
Necochea y Quequén como distrito no serían afectadas en forma sustancial pero no dejan de ser un caso particular de preocupación debido a su ubicación y la actividad económica que las sostiene, principalmente a través del puerto. Otros puntos que si podrían verse afectados son los de la zona costera marítima (lo que afectaría nuestras playas). Sin embargo, es llamativo lo que muestra el gráfico en la zona ribereña de la desembocadura del río Quequén grande, con un aumento de la masa hídrico muy importante.

Hay que tener en cuenta que la erosión marina y las inundaciones pueden tener también un impacto severo en las economías locales y en la infraestructura portuaria.
Otro de los sectores más afectados según las estimaciones es toda la zona costera de Quequén.

Las imágenes que ilustran este artículo son proyecciones con un aumento brusco de temperatura global de 4 grados celsius y son extraídas del sitio web Climate Central.
Ese sitio permite con su «Herramienta de detección de riesgos costeros» hacer una proyección sobre lo que puede ocurrir. «Comparación: resultados a largo plazo sobre el nivel del mar. Las decisiones climáticas y energéticas que tomemos en esta década influirán en el aumento del nivel del mar durante cientos de años. Ajuste los controles deslizantes a continuación para comparar los resultados de diferentes escenarios de calentamiento. ¿Qué legado elegiremos?» señala.
El legado que dejaremos
Las decisiones climáticas y energéticas que tomemos en esta década influirán significativamente en el aumento del nivel del mar durante cientos de años. Los expertos advierten que si la temperatura global aumenta en 2 °C, el nivel del mar podría subir hasta un metro para finales de siglo, poniendo en riesgo aún más regiones costeras de Argentina. Por otro lado, si se logra limitar el calentamiento a 1,5 °C, se podrían mitigar algunos de los efectos más catastróficos.
Es imperativo que Argentina tome medidas urgentes para adaptarse a este nuevo escenario. Esto incluye el fortalecimiento de la infraestructura costera, la planificación urbana sostenible y la protección de los ecosistemas costeros. Solo así podremos enfrentar los desafíos que el aumento del nivel del mar nos presenta y proteger a las generaciones futuras.
El aumento del nivel del mar es una realidad que ya está afectando a las regiones costeras de Argentina, y es probable que los impactos se agraven en las próximas décadas si no se toman medidas adecuadas. La necesidad de actuar es urgente, y el legado que dejemos dependerá de las decisiones que tomemos hoy.
Alfredo Barros /LANUEVACOMUNA.COM