¿ESTRES? ¿QUE ES ESO?
Suelen derivar en una mayor cantidad de consultas por contracturas, dolores y hasta hipertensión
Según los especialistas, en diciembre aumentan considerablemente las consultas médicas por contracturas, angustia, tensión e ira, trastornos del sueño, dolores de espalda y cabeza, cansancio crónico, depresión, hipertensión arterial y malestares físicos en general. Y todo se debe, según se apunta, a los niveles de estrés que aumentan con la llegada de las fiestas y el final del año. «A fin de año comienzan las reuniones laborales relacionadas con el balance que siempre requieren un esfuerzo extra de planificación y preparación. También es época de plantear objetivos y metas futuras, lo que en combinación con lo anterior genera inevitablemente una situación de puesta en la balanza para saber si se está yendo por el camino correcto o no. Si pensamos que aunque el trabajo insuma gran parte de nuestro día, además existen otras obligaciones más personales o familiares, como por ejemplo la preparación de las celebraciones, el fin de año del colegio de los chicos, la compra de la comida y los regalos, entenderemos por qué el cuerpo se pone en situación de alerta», expuso la licenciada en psicología Patricia Gubbay, miembro de la Asociación Argentina de Trastornos de Ansiedad (AATA) y la Asociación Argentina de Terapia Cognitiva. De acuerdo con esta visión, todo esto se agrava ante el hecho de tener que encontrarse con familiares que tal vez sólo se ven en ocasión de fiesta con todo el conflicto que eso genera, y aún más si resulta necesario tomar la decisión respecto de la pregunta del millón: «¿con quién y dónde pasamos las fiestas?». «Hay que estar atentos para detectar momentos o situaciones de ‘falsa alegría’, algo que suele estar muy presente dado que aún en las fiestas viejos resentimientos siguen operando ocultos bajo disfraces que muchas veces el alcohol deja al descubierto, dando lugar a situaciones incómodas e inclusive a la ruptura de vínculos», señaló por su parte el doctor Roberto Ré, médico especialista en Psiquiatría y miembro fundador de la AATA. «Debemos pensar en las fiestas como una oportunidad para practicar la aceptación y la tolerancia hacia quienes nos rodean, sabiendo que el mundo no está siempre cortado a la medida de nuestros deseos. La idea, tanto al pensar en las comidas de nochebuena y víspera de año nuevo como en las vacaciones, es tratar de conjugar siempre los deseos de todos y todas, favoreciendo el diálogo», postuló el especialista. En cuanto al estrés y la ansiedad, los especialistas explican que mientras el estrés se inicia ante las demandas externas, la ansiedad es la respuesta emocional a ese estrés. «De acuerdo a como cada uno de nosotros sepa hacerle frente al estrés y a la ansiedad, mejor o peor va a resultar el día a día. Si ante ellos sabemos regular y calibrar nuestra posición en cada una de las actividades, menos esfuerzo de acomodación deberá hacer nuestro cuerpo y mente para llevarlos a cabo», destacó la licenciada Gubbay. «En cualquier caso -añadió- lo importante es no dejar para último momento las obligaciones, porque tarde o temprano habrá que hacerse cargo de ellas, con la diferencia de que habrá menos tiempo. Sin dudas, hacer algunas cosas con antelación ayuda a disminuir el nivel de ansiedad y estrés». «Por otro lado, para hacerle frente al estrés y la ansiedad suele ser útil tener claro cuáles son los estímulos o situaciones que lo disparan», remarcó. Lo preocupante, según destacan los especialistas, son las secuelas que suelen ser trasladas al cuerpo, con el incremento de dolencias que deben ser tratadas.
http://www.eldia.com.ar/edis/20121211/tapa6.htm
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