¿Ser protagonista de una usurpación los priva de los derechos ciudadanos?
La toma de los barrios sin terminar de los diferentes Planes Federales implicó la movilización de 400 personas a los predios en cuestión. Sin certezas, se lanzaron a la aventura familias enteras con carencias que pusieron sobre el tapete una realidad que esperaba agazapada: el grave déficit habitacional de una parte importante de la población.
Lamentablemente el Estado no respondió de la mejor manera privilegiando el derecho a la propiedad y los sacros procedimientos burocráticos municipales de asignación de viviendas por sobre el derecho a la vivienda digna de los ciudadanos. Para más datos, remitirse a la Constitución Nacional y Provincial y a los Tratados y Convenciones de Derechos Humanos a los que nuestro país adhirió oportunamente.
Al día siguiente de la toma, el intendente municipal José Luis Vidal se decidió por el desalojo compulsivo de las obras inconclusas para lo cual denunció penalmente a los usurpadores.
Pasan los días, el clima cambiante de nuestra zona trajo calor, frío y lluvia, pero las familias siguen firme en cada predio. La gente dice que nadie del municipio les acercó una ayuda, como si ser protagonista de una usurpación los prive de los derechos ciudadanos.
Más allá de las cuestiones legales, un municipio sensible (y sensato) hubiera estado desde el primer momento acercando por lo menos un camión de agua, cobijas, un plato de comida caliente o ropa seca. Eso hace hasta el más derechista de los gobernantes del país, Mauricio Macri en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires con las personas en situación de calle.
Pero está visto que no tenemos Estado municipal, ni Desarrollo Social ni ninguna dependencia está atendiendo la emergencia. La gente en los predios no tiene agua, no tiene electricidad, no tiene baños, no tienen techos, hay mujeres e infinidad de menores de edad. ¿Qué pasa que nadie (pero nadie) actúa para protegerlos?.
En el video que se adjunta (de Canal 11 Necochea) se pueden escuchar la seria situación que están atravesando las familias «usurpadoras». Los testimonios de las mujeres son elocuentes.
Alfredo Barros / LANUEVACOMUNA.COM
