Sin los papeles regla, un evento masivo parece que está a poco de llevarse cabo en la ciudad. El propio intendente Arturo Rojas estaría realizando intensas gestiones a nivel provincial para que emitan una autorización clave para permitir que se realice el evento. A los mismos funcionarios les llamó la atención el alto interés del jefe comunal con… una fiesta irregular.
Hay un tema conflictivo que podría tomar dimensiones inesperadas. La polémica fiesta Bresh pone en evidencia a algunos funcionarios municipales en un entramado que huele a negociado y que incluso podría llegar a desencadenar una nueva crisis político-institucional.
El desencadenante del conflicto es la organización de un capítulo local de las famosas fiestas Bresh, que si todo sale bien para los organizadores, se celebraría el próximo fin de semana en la cancha de fútbol auxiliar de un club instalado en el Parque Miguel Lillo, Villa Díaz Vélez.
Aunque los organizadores, el municipio y el club aseguran que se realizaron los trámites como corresponde, las protestas no tardaron en llegar, tanto de algunos vecinos por los ruidos molestos como de diferentes organizaciones ambientalistas por la modificación de los usos permitidos en un parque considerado la más importante reserva natural de la ciudad.
Los cruces fueron ganando volumen al punto que hasta una diputada provincial, Natalia Sánchez Jáuregui (Partido Fe) prometió tomar acción frente a la policía para detener la fiesta y un concejal oficialista le respondió completamente desbocado por radio.
Como cada vez que se intenta manipular una norma para conseguir un negociado, el Parque Miguel Lillo quedó una vez más en el foco de la polémica: el club tiene terrenos concesionados en un sector de calle 125 y avenida 10 y cuenta con permisos para instalar una «escuela de deportes», pero no para realizar eventos masivos como la fiesta de moda.
¿Escuela de deportes o boliche bailable?
La Escuela de Deportes Villa Díaz Vélez consiguió los terrenos en 2009 y con los años fue creciendo y la llegada de Rojas al gobierno municipal habilitó casi cualquier cosa al club que tiene entre sus dirigentes a uno de los principales aportantes de su campaña. No sólo eso, su principal operador político en el concejo Deliberante, Guillermo Sánchez, presidente del cuerpo, es parte de la dirigencia del club y el año pasado, envalentonado por su poder político, hasta intentó entregar parte del parque público al club para hacer canchas de tenis, deporte que suele practicar con empresarios y fiscales amigos.
El intento de entregar terrenos al club para sus canchas privadas no cayó bien a nadie y resultó en un fracaso luego que la Justicia concediera una acción de amparo solicitada por una ONG junto a una vecina con denuncias por diferentes irregularidades en la entrega. La semana pasada el propio concejal Sánchez anunció que el proyecto (que luego se descubrió que le faltaban la mitad de los trámites legales necesarios para ejecutarse) fue abandonado por los inversores (nunca fueron mencionados con nombre y apellido).
Sin poder dar lugar a los deseos del concejal, pareció que el intendente y su equipo de funcionarios y concejales tomaron la fiesta como una causa común y se pusieron a trabajar en habilitar contra viento y marea un evento que en los papeles está igual o más floja que las canchas de tenis polémicas. En Necochea se rumorea que la Municipalidad incluso evaluó la posibilidad de prestar el escenario para que la fiesta se haga.
El club tiene una habilitación para expender alcohol, pero solo en un bufet, por lo que necesita una de mayor categoría para convocar masivamente y poder comercializar bebidas alcohólicas sin problemas en un encuentro masivo. Se dice que el propio intendente (muy interesado en la fiesta) gastó su teléfono llamando a todo el mundo en el gobierno provincial para solicitar facilidades en algunas habilitaciones pendientes que aún no se consiguen. Rojas habría llamado en persona a Carlos Bianco, jefe de asesores del gobernador Axel Kicillof, para pedirle que habilite una licencia ReBA al club que le permita vender alcohol en la fiesta.
¿Qué onda con la habilitación?
De cualquier forma los problemas no terminan ahí: el club tiene concesionado un predio cuyos usos no preven que en la cancha de fútbol se realicen eventos bailables por lo que la Secretaría de Legal y Técnica del municipio tergiversó sin problemas la interpretación del uso de la cancha de fútbol para falsear una habilitación.
Según el área jurídica de la Municipalidad de Necochea, el club puede realizar «eventos sociales» en la concesión, algo que en realidad está previsto para eventos de socios como casamientos, cumpleaños o aniversarios en el SUM del club (un salón con capacidad para unas 100 personas) y no para una fiesta multitudinaria en el campo de juegos auxiliar. En declaraciones a las radios militantes el concejal Sánchez dijo expresamente que la fiesta puede realizarse porque el Secretario de Legales considera la fiesta privada como un evento social tipo cumpleaños o casamiento. Nada más lejos de la verdad.
En el fondo, lo resistido es el negocio por detrás usando bienes públicos: en Necochea ya se sabe que los organizadores de la fiesta y el club tienen pautada la división a partes iguales de las ganancias por la fiesta, que se calculan en unos 10 millones de pesos, entre la venta de entradas y bebidas.
Una verdadera «¿asociación?»
Las fuertes gestiones que realiza el intendente para habilitar la Bresh sin miramientos habla de los intereses que podría estar manteniendo de espaldas a la gente. Cabe destacar que el club ha sido un bastión desde el que no sólo recibió financiamiento de campaña sino que además sirve como lugar de reunión de muchos de sus partidarios y militantes.
Además del intendente, la dirigencia del club, el concejal, los organizadores y el abogado de la Municipalidad Ernesto Povilaitis, también se ha señalado que hasta el subsecretario de Prensa del municipio tiene intereses comerciales en el evento, mostrando que más que política lo que hay es una verdadera «¿asociación?» para impulsar la fiesta sin importar ni el marco legal, ni las protestas ni las consecuencias que podría acarrear la cuestión sobre los responsables y sobre todo, sobre un parque que es muy querido y defendido en la ciudad.
Si llegara a concretarse la fiesta en el estado administrativo en el que se encuentra, de cursar procedimientos legales no sólo el intendente se vería en riesgo de ser destituído, sino que podrían iniciarse acciones penales sobre algunos de los implicados y hasta quitarle la concesión al club por utilizar un predio concesionado al estado municipal para hacer actividades fuera del uso permitido: después de todo y disipando el revuelo causado, el club tiene su cancha bajo pretexto de la práctica del deporte y nadie se imagina algo más lejos que eso que la celebración de una fiesta durante toda la noche con consumo de alcohol y demás situaciones que suelen plantearse en la nocturnidad.
La taquilla, un número tentador
Los organizadores indican que se esperan de 2 mil a 4 mil asistentes. Los tickets para ingresar (que se venden por la web) a un costo de 3500 pesos dan en el mejor de los casos una taquilla bastante interesante, superior a los 10 millones de pesos solamente de derecho de ingreso. Tema aparte son los ingresos por el consumo de alcohol y demás.
El evento está «organizado» en las publicidades por «lobo.produce», una presunta empresa productora local de espectáculos que presenta shows artísticos desde fines de octubre de 2021. La mayoría de esos shows se realizaron en el Cine Teatro París, regenteado por el empresario y funcionario municipal Alejandro Silva.
Pero este dato es una ficción. En los hechos, la responsabilidad de la realización del evento corre por cuenta de una persona física y no aparece en ningún momento empresa o entidad alguna. A través de un decretazo firmado por el intendente Rojas(bajo el número 365) quedó registrado el aval y la autorización «bajo la exclusiva responsabilidad organizativa del peticionante» el necochense Marcelino Etcheto.
Otro responsable del evento sería el Club Villa del Parque, en las personas que integran la comisión directiva de la institución deportiva que alquila un sector del club para un evento no-deportivo, sino bailable.
Finalmente, los hechos demuestran que es muy fuerte el impulso de los funcionarios municipales, encabezados por el propio intentendente municipal, para la realización de este negocio privado en un lugar público.
Alfredo Barros/ LANUEVACOMUNA.COM