CAÑADA, ZUFRIATEGUI, VENEGAS Y MOYANO, TODOS COMO EN CASA.
Privilegios y «permisos especiales»
A medida que se profundiza en la investigación sobre el derrame tóxico que le costó la vida a Melisa Ortiz y la intoxicación masiva de vecinos de un barrio de Quequén el pasado 13 de abril, surgen detalles bastante llamativos.
Cada vez más se comprueban los evidentes privilegios que goza la empresa Shipinsuarence S.A. en el ámbito rural y agroexportador, posiblemente a raíz de una fuerte vinculación con el gremialista de la UATRE, Gerónimo Venegas.
La firma está inscripta en la AFIP como sociedad anónima y con actividad principal ligada a la «venta al por mayor de abonos, fertilizantes y plaguicidas, reparación de automotores y motocicletas». Como actividad secundaria, figura en los registros oficiales como efectora de «servicios de contratistas de mano de obra agrícola (incluye la poda de árboles, transplante, cosecha manual de citrus, algodón, etc.) y servicios de apoyo agrícolas y pecuarios, ganadería, caza, silvicultura y pesca».
Sin embargo, el Ministerios de Asuntos Agrarios de la provincia de Buenos Aires autorizó a mediados de 2013 a realizar actividades a la fumigación. La habilitación, publicada en LANUEVACOMUNA.COM días pasados, indica que «la empresa SHIPINSUARENCE S.A. con Domicilio en CALLE 71 BIS N°318, de la localidad de NECOCHEA, partido de NECOCHEA, está habilitado de acuerdo a lo establecido en el artículo 4° del Decreto Reglamentario 499/91 de la
Cambio de rubro y más negocios
Según se pudo saber, en el año 2013, la empresa, ahora una más en el rubro de la fumigación, debía someterse a controles estrictos diarios para ingresar y salir del área portuaria, altamente restringida en los últimos años por normativas internacionales.
En 2014, la situación se habría flexibilizado de manera tal que los permisos para circular por las instalaciones portuarias eran semanales.
Pero en 2015, desde que el área de Seguridad de Puerto Quequén está bajo el ala del gremialista Artemio Zufriategui, yerno de Gerónimo Venegas, las cosas habrían cambiado a favor de la empresa. El personal de Shipinsuarence S.A. actuaría a partir de entonces con bastante libertad en zona portuaria, al punto de que incluso no constarían los movimientos de ingresos y egresos diarios, tanto de personal como de vehículos.
Es por lo menos llamativo toda esta situación según relatan fuentes fidedignas. Sería de esperar que luego del celo demostrado por dejar atrás el mote de «puerto sucio» y después de una gran inversión en seguridad portuaria, no exista flexibilidad de las autoridades para con las «empresas amigas» o «empresas amigas de».
Esta situación estaría trayendo por estos días un profundo malestar en la propia Prefectura con asiento en la estación portuaria, ya que es en definitiva, la responsable final de la seguridad.
Como dijimos en un artículo anterior, esto recién empieza.
Alfredo Barros / LANUEVACOMUNA.COM