EL EMPRESARIO CONDENANZA TENDRA QUE ESPERAR ANTES DE ACCEDER A UN CARGO EN LA FUNCION PUBLICA
«…Combatir toda forma de corrupción en el ejercicio de las funciones públicas…»
Un artículo de nuestra web desató un vendaval en el gobierno municipal. Vidal estalló de furia cuando se enteró que Condenanza era bochado por los concejales del FPV y por funcionarios del ejecutivo. La importancia de la Ley de Etica Pública.
La presidencia del ENTUR era la oficialización de la importancia que ejerce Alberto Condenanza en la administración del intendente interino José Luis Vidal. Pero las leyes son las leyes y la interna política metió la cola: días atrás LANUEVACOMUNA.COM recordó en un artículo periodístico la existencia de la Ley de Etica Pública (sancionada en 1999) y que al parecer iba a ser sugestivamente ignorada por varios ediles del Concejo Deliberante.
En los artículos 13, 14 y 15 de la norma se señala claramente que la incompatibilidad de los titulares de concesiones del estado para acceder a cargos de la función pública, máxime cuando se relacionan con el área de incumbencia. Condenanza es o fue concesionario del balneario Poseidón y pretendería ser nombrado en el Ente Municipal de Turismo, pero esto choca también con la ley: la norma establece que si el candidato es designado funcionario deberá «abstenerse de tomar intervención, durante su gestión, en cuestiones particularmente relacionadas con las personas o asuntos a los cuales estuvo vinculado en los últimos TRES (3) años o tenga participación societaria». O sea, un absurdo: que el titular del ente de Turismo se abstenga de intervenir en las cuestiones de… turismo.
Es bueno recordar de paso que, tal como dijo el concejal Pablo Aued (UP-FE), la provincia de Buenos Aires no adhirió aún a la mencionada Ley. Lo que olvidó mencionar el edil veneguista es que su bloque tenía intención de aprobar a dos manos la propuesta del intendente interino VIdal, basándose en un Decreto-Ley de la dictadura militar que inexplicablemente sigue vigente en la provincia.
Se sabe que desde la legislatura de la provincia es inminente la sanción de la Ley de Etica provincial propuesto por el senador provincial Ricardo Vázquez (FAP-GEN) y consensuado por todos los bloques oficialistas y opositores porque se sabe que este tema es una deuda de la democracia.
Es que una ley de ética en el ejercicio de la función pública no solo es importante en términos de administración de los recursos del Estado, sino que también es importante para quitar los conos de sombras que se ciernen sobre la función pública y la política.
Los fundamentos de la nueva norma señalan que «tiene como uno de sus pilares teóricos la ley Nº 24.759, que aprobó la Convención Interamericana contra la Corrupción durante la tercera sesión plenaria de la Organización de los Estados Americanos. El organismo considera que «la democracia representativa, condición indispensable para la estabilidad, la paz y el desarrollo de la región, por su naturaleza, exige combatir toda forma de corrupción en el ejercicio de las funciones públicas, así como los actos de corrupción específicamente vinculados con tal ejercicio».
La Convención Interamericana contra la Corrupción también sostiene que «es necesario fortalecer la participación de la sociedad civil en el control y lucha contra la corrupción, y señala que para eso es necesario dotar a la sociedad de las herramientas para ejercer ese el control, a través de mecanismos que aseguren la transparencia y la publicidad de la información relativa al desempeño de los funcionarios y de su evolución patrimonial».
Otro avance «será la explicitación de una serie de incompatibilidades con la función pública, ya que se prohibirá dirigir, administrar, representar, patrocinar, asesorar, prestar servicios a quien gestione, tenga una concesión o sea proveedor del Estado, o realice actividades reguladas por éste».
El rechazo y la bronca
Finalmente se retiró la propuesta de Condenanza y se giró el asunto a la Secretaría de Legal y Técnica municipal para que se expida. El titular del área, el Dr, Ernesto Povilaitis habría anticipado que su criterio iba a ser favorable a la adhesión de los términos de la Ley. Cuando Vidal se enteró de la posición de su funcionario, dicen los que andan por los pasillos que se escucharon los gritos de furia por todo el edificio.
Como corolario de esta novelón de entrecasa, quedará para la reflexión acerca de por qué le cuesta tanto a algunos funcionarios mantener la serenidad y adecuarse a lo que la Ley manda, en vez de perder el tiempo buscando recovecos de las leyes para beneficio de los amigos.
Alfredo Barros / LANUEVACOMUNA.COM