Recursos de desesperación política
A partir de una investigación de la Consultora DIGAMOS sobre el funcionamiento de las redes sociales, quedó finalmente en evidencia como se operó en estos días contra el dirigente de SUTEBA y CTERA, Roberto Baradel.
Con la etiqueta #BastaBaradel, un ejército de «trolls» o «bots» (cuentas artificiales) se encargó de poner al tope de las tendencias una catarata de opiniones o mensajes negativos hacia el dirigente sindical de los docentes.
Ya se han hecho las denuncias en la justicia respecto de la existencia de uno o varios call center coordinados por el Jefe de Gabinete de Ministros, Marcos Peña, cuya función es influenciar en la opinión pública con informaciones falsas o denigrantes.
Estas campañas (generalmente de desprestigio o de rumores) van de la mano con la reproducción de los mismos mensajes en los medios de comunicación. Por estos días se están dando a conocer los jugosos contratos de publicidad oficial que desde distintas reparticiones públicas se destinan a conocidos comunicadores y periodistas (Mónica Gutiérrez, Luis Majul, Luis Novaresio, etc.).
Cuentas falsas
Cada empleado de un call center maneja cientos de cuentas en las redes sociales, con el objetivo de influenciar en la opinión pública. La tecnología actual permite rastrear el movimiento de cada cuenta y detectar cuándo es una cuenta falsa o no. En las imágenes que se adjuntan se puede observar cómo se llevó adelante la campaña contra el dirigente Baradel, precisamente cuando el conflicto docente no se resuelve y es una de las mayores preocupaciones de la sociedad. Ahora ¿a quién responsabilizamos de que no se resuelva el conflicto?
El gobierno, desde sus más altos niveles, ha decidido confrontar con los docentes y quebrar la lucha que vienen emprendiendo desde el pasado lunes 6 de marzo, impidiendo el inicio normal de las clases en todo el país.
Los docentes son el enemigo elegido
En esto pareciera que se le va la vida al presidente Mauricio Macri y a la gobernadora María Eugenia Vidal, dada la intensidad con que se lleva adelante la campaña de desprestigio contra los dirigentes gremiales y los docentes en general.
El objetivo oculto es dar un escarmiento a todos los trabajadores en su conjunto. Se trata de provocar la claudicación de los trabajadores de la educación para que acepten magros aumentos salariales, a la baja con respecto a la inflación, debilitandolos lo suficiente para imponer luego condiciones laborales regresivas, pasando por encima de los derechos adquiridos a través del tiempo.
Persecución y demonización
La gobernadora Vidal se pasó de límites este jueves cuando por cadena televisiva difundió un mensaje cuidadosamente estudiado pero con una malicia supina. Vidal anunció el pago de un premio a los maestros que no se adhirieran a los paros, algo legalmente prohibido y moralmente reprochable. Pero no se quedó allí: «les pido que digan de qué partido son y a qué elección gremial quieren presentarse, que digan si son Kirchneristas» dijo la gobernadora en una clara actitud de persecución política e ideológica que cayó mal en la docencia.
Estas declaraciones de la gobernadora fueron reprobadas expresamente por varios dirigentes, quienes manifestaron que «el marcado y señalización ideológica propuesto hoy por Vidal, es de los hechos más graves para la democracia desde el ´83 a la fecha». «Es grave porque nos remite a una etapa donde la persecución al que piensa diferente la impulsaba el propio Estado» dijeron.
El conflicto docente se transformó en algo más que eso. El gobierno de los CEOS de grandes empresas ha decidido hacer enfrentar a los docentes (sobretodo de escuelas públicas) con la sociedad, especulando con avanzar sobre los derechos de los trabajadores y de paso sacar réditos en un año electoral en el que las encuestas anticipan que saldrán terceros.
Están usando recursos de desesperados. Están jugando con fuego.
Alfredo Barros / LANUEVACOMUNA.COM
