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DICEN EN LOS PASILLOS… EN #NECOCHEA TAMBIEN SE GOBIERNA PARA LOS RICOS

Justicia social macrista: menos impuestos para los ricos también en Puerto Quequén



Una sorpresa amarga para los necochenses y quequenenses: las autoridades de Puerto Quequén decidieron una reducción de la carga impositiva para las grandes empresas agroexportadoras. Los ricos cada vez más ricos, en un entorno cada vez más empobrecido.

Mediante una gacetilla para los medios, los ciudadanos de Necochea, Quequén y de la región se enteraron por estos días de una cuestionable decisión tomada por las autoridades del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén.

La medida fue impulsada por el presidente del ente, el también concejal del Partido Fe Arturo Rojas, y va en sintonía con el pedido de las autoridades nacionales y provinciales que (oh, casualidad) atiende a un viejo reclamo de las empresas del sector.



A pedido de los verdaderos jefes

Concretamente, el pedido formal fue de las multinacionales Cargill y Glencore (Oleaginosa Moreno) y viene desde hace rato. Según el criterio de las empresas, la baja de los costos operativos redundaría en una mayor actividad exportadora, más empleo, más bla-bla-bla…

Tal criterio se viene imponiendo desde las más altas esferas del poder del macrismo y (por ahora) se impone en cada disputa entre los sectores productivos: los fletes de transporte de carga a la baja, los acuerdos salariales de los gremios del sector por debajo de la inflación, los cada vez menores aportes al erario público…

Todo es un costo, un gasto que debe recortarse. Los beneficiarios (claro está) son las mega empresas. Los perjudicados, los trabajadores, las pymes y también el propio Estado al cerrarse el grifo de los ingresos de divisas por medio de las exportaciones.

El propio FMI cuestiona (suavemente) la decisión del presidente Mauricio Macri de reducir cada vez más las retenciones al agro. ¿Resultado? Se desfinancia el Estado, es decir: menos dinero para la salud y educación pública, la seguridad, la justicia. la previsión social, etc.

La avanzada del salvajismo neoliberal

En lo local también se pueden tomar decisiones en este sentido. Cuando hace unos años el concejal Rojas presentó la iniciativa de la Tasa Portuaria, la misma con sus más y sus menos fue acompañada del Honorable Concejo Deliberante de Necochea y se abrió una ventana de esperanza para los ciudadadanos: por fin el sector agroexportador iba a devolverle algo a la ciudad.

Pero todo fue distinto cuando a Rojas lo nombraron presidente del CGPQ. Tardó poco en volver sobre sus pasos y convicciones y operar para voltear su propia iniciativa, a pedido de los capitanes del sector exportador. El HCD, en una actitud mucho menos honorable, cedió a las presiones y decidió la derogación de la Tasa Portuaria.

Siempre por más, ahora se viene la rebaja de impuestos. «El Consorcio de Gestión de Puerto Quequén eximió del pago de la Tasa de Uso de Puerto para los buques que atraquen en días hábiles entre las 19.00 y 24.00 horas; los sábados de 12.00 a 24.00 hs; y domingos y feriados durante toda la jornada -de 00.00 a 24.00 horas-, siempre que no inicien sus operaciones de carga».

Para Rojas, “el propósito es agilizar las operaciones portuarias. Con esta modificación los buques podrán amarrar, sin esperar en rada al primer día hábil, pudiendo proceder durante ese tiempo a alistarse, preparando sus bodegas, cargando combustible y agua potable, realizando trámites referentes a la tripulación, y demás operaciones ajenas a la carga para optimizar tiempos”.

«Puerto Quequén reduce sus costos operativos», «agilizar las operaciones», «optimizar tiempos», «lograr una mayor eficiencia y competitividad», todas definiciones propias de las exigencias de las megaempresas que se enriquecen cada día más y no generan puestos de trabajo dignos.

En que te has convertido, Rojas

Alguna vez Arturo Rojas fue peronista. Hoy, reconvertido ideológicamente, olvidó de sus convicciones y se puso la camiseta de los agroexportadores que lo utiliza en función de sus intereses hasta que no les sirva más e impongan un auténtico representante del sector.

Es una falacia que el campo y la actividad agroexportadora genera nuevas fuentes de trabajo. Hoy el sector está hipertecnologizado y va camino a tecnologizarse más aún, ocupando cada vez menos mano de obra, dejando obreros tirados en la banquina de la historia.

Tampoco genera divisas para el Estado. La actividad tributa cada vez menos (va camino a las «retenciones cero») y exige menos regulaciones. Se desfinancia así el funcionamiento de las instituciones y los servicios estatales esenciales, desde los más lejanos hasta los más cercanos.

Como un recuerdo maldito, aparecen los datos duros: las cifras records de exportaciones de nuestra estación portuaria fueron durante los años donde gobernaron «los K» en el país y en la propia estación portuaria, algo que muchos olvidan.

Una constante de esta administración es el aferrarse a ideologicismos totalmente anacrónicos. Con un modelo de país colonial africano del siglo XVIII en mente, vamos camino a la dictadura de las empresas y la caducidad del contrato social que necesita cualquier nación para identificarse como tal.

¿Qué será lo que sigue? Que los laburantes trabajen por un plato de arroz.  Los ricos cada vez más ricos, en un país de pobres. Eso defiende la actual administración del CGPQ, de la provincia y de la nación.

Para atrás, como los cangrejos.

Alfredo Barros / LANUEVACOMUNA.COM

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PUBLICADO EN LANUEVACOMUNA.COM

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