
Un incendio para borrar pruebas
La crisis institucional que atravesó la ciudad de Bahía Blanca no concluyó con la destitución del intendente Rodolfo Lópes. Más de un año después de asumir su reemplazante, el Ingeniero Christian Breitenstein al frente de la comuna, un brutal atentado ocurrió en el Palacio Municipal: encapuchados entraron a la fuerza por la noche e incendiaron el despacho del nuevo intendente, presuntamente para deshacerse de pruebas comprometedoras. El asunto quedó envuelto en el misterio.
Así lo reflejaba el diario La Nación en mayo de 2007:
En la ciudad hablan de "un atentado casi terrorista"
Incendiaron el despacho del intendente de Bahía Blanca. Tres encapuchados entraron ayer en la municipalidad y maniataron al sereno. El intendente Breitenstein en su oficina incendiada; dijo que quisieron enviarle "un mensaje", pero no aportó más precisiones.
BAHIA BLANCA.- La convulsión política que siguió a la destitución del intendente de esta ciudad, Rodolfo Lopes (Frente para la Victoria), a mediados de 2006, volvió a ponerse en evidencia en la mañana de ayer, cuando tres encapuchados ingresaron por la fuerza en el despacho del actual mandatario municipal, Cristian Breitenstein, y prendieron fuego a la oficina.
"Fue un atentado contra mí y contra toda la ciudad", dijo el intendente Breitenstein, que aseguró que no había documentación importante que se hubiera consumido entre las llamas. De todas formas, la policía, luego, lo puso en duda.
El hecho ocurrió alrededor de las 7.35 de ayer, cuando tres sujetos tocaron el timbre de la municipalidad. Atendió el sereno, Luis Acosta, un hombre de 55 años que inmediatamente vio que le apuntaban con un arma. Recibió golpes, fue maniatado con cintas de embalar y finalmente trasladado a la cocina del subsuelo del edificio, frente a la plaza Rivadavia.
"Dame el llavero azul", le dijeron. Fue una señal de que conocían el lugar, según fuentes de la investigación. "Quien vino entró con conocimiento pleno del lugar. Esto fue un atentado casi terrorista", ensayó también el presidente del Concejo Deliberante, Juan Pedro Tunessi (UCR).
A esa hora, sin más empleados en la municipalidad -no hay custodios ni más seguridad que la que proporciona el sereno-, los tres encapuchados se dirigieron directamente a la oficina del intendente.
Se estima que los hombres, que llevaban pasamontañas en la cabeza, rociaron la oficina de Breitenstein con combustible, de acuerdo con el peritaje preliminar de los bomberos. Luego, prendieron fuego. Se destruyeron todo el mobiliario, las cortinas, las alfombras, el techo y hasta un cuadro de Benito Quinquela Martín.
PLUMAS DE GALLINA
Llamó la atención que en los pasillos había plumas de gallina, aunque no está claro si pertenecían a un sillón quemado o si las arrojaron los mismos delincuentes.
Los bomberos tardaron unos 45 minutos en apagar el incendio.
El intendente, que aspira a encabezar la fórmula de gobierno del Frente para la Victoria en las próximas elecciones, había sido confirmado en su cargo en agosto de 2006, tras la destitución de Lopes. Hasta entonces se desempeñaba como concejal.
"Está claro que éste es un mensaje para mí, para la institución que represento y para todos los bahienses. Habrá que tomar decisiones, avanzar y encontrar a los responsables. Yo no manejo ninguna hipótesis específica", dijo el intendente en una conferencia de prensa realizada ayer, en la que no detalló a qué se refería con aquello del "mensaje".
Más tarde, sin embargo, acusó del hecho a "un sector marginal que hace un par de años es protagonista de vandalismos" y aseguró que ese "sector marginal" contaba con "contención institucional". No aportó más especificaciones.
Dijo también que quienes planificaron el incendio "querían generar temor y obtener impunidad". Otra vez, no dio más detalles.
Breitenstein señaló que el hecho está ahora en manos de la Justicia. Se informó que es investigado por el fiscal Eduardo Quiroz, de la UFI número 1 de Bahía Blanca.
Según admitieron en la municipalidad, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, llamó al intendente bahiense en nombre del presidente Kirchner para solidarizarse con él. Además, Breitenstein contó que el gobernador Felipe Solá viajará hoy a Bahía Blanca para brindarle apoyo e interiorizarse de la situación.
CON LA POLICÍA Y EL FISCAL
"En lo personal, lo que no mata fortalece. En lo grupal y como ciudad, como institución, el hecho es incalificable. Me reuní esta mañana [por la mañana de ayer] con los jefes policiales y con el fiscal general de la ciudad [Juan Pablo Fernández] y les pedí que cortemos esto porque la ciudad tiene que tener una recuperación", relató el intendente a los medios periodísticos.
Si bien Breitenstein aseguró que en su despacho no había documentación sobre su gestión, fuentes de la policía admitieron que, como el incendio se había propagado hacia otros despachos, era posible que algo de documentación se hubiera perdido en el siniestro.
Mientras, el sereno Acosta, que tras lograr desatarse pudo alertar a la policía, fue derivado al hospital principal de la ciudad. .
Por Oscar R. Baltián
Para LA NACION