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ELECCIONES 2025

Cristina y la apuesta para ser la dirigente más votada para «Frenar a Milei»

Cristina Fernández de Kirchner apuesta fuerte en las elecciones provinciales 2025: se presenta como candidata a diputada por la Tercera Sección Electoral de Buenos Aires con el objetivo de convertirse en la dirigente más votada del país. En un bastión histórico del peronismo, busca de mínima 500 mil votos, de máxima repetir —o superar— los más de 2 millones de votos obtenidos en 2019 por el Frente de Todos.

En un escenario político donde las estrategias electorales se diseñan con precisión quirúrgica, Cristina Fernández de Kirchner ha definido un objetivo claro y ambicioso para las próximas elecciones legislativas provinciales: ser la dirigente política con mayor cantidad de votos en términos absolutos en todo el país. Su candidatura a diputada provincial por la Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires no solo simboliza su regreso al ámbito legislativo, sino también una jugada estratégica para consolidar su liderazgo y medir su fuerza política con números contundentes.

Datos base para estimaciones

  • Padrón electoral total en la provincia de Buenos Aires (2025, estimado): aproximadamente 12 millones de votantes habilitados.
  • Participación electoral estimada: 70%, basado en promedios históricos de elecciones provinciales y legislativas.
  • Tercera Sección Electoral: representa alrededor del 25% del padrón provincial, es decir, unos 3 millones de votantes.

La Tercera Sección, un distrito clave

La Tercera Sección Electoral concentra cerca del 25% del padrón de votantes de la provincia de Buenos Aires, es decir, alrededor de 3 millones de electores habilitados. Es, además, una región con fuerte arraigo peronista y un histórico bastión del kirchnerismo. Por estas razones, la elección en esta sección es decisiva para quien aspire a consolidarse como una figura dominante dentro del oficialismo provincial y nacional.

Más votos en un solo distrito que muchos en todo el país

Históricamente, los dirigentes peronistas que encabezan las listas en distritos altamente poblados, como la Tercera Sección o La Matanza, han logrado volúmenes de votos que superan ampliamente a candidatos provinciales o nacionales que compiten en distritos más extensos pero menos concentrados.

Esta elección no es la excepción: Cristina no compite con Axel Kicillof, actual gobernador y figura central del peronismo bonaerense, quien no participa en esta contienda legislativa. Esto abre la puerta a que CFK se convierta en la dirigente más votada en términos absolutos, aprovechando la densidad demográfica y el caudal histórico de votos que genera su figura.

¿Qué indican las encuestas?

Las encuestas recientes proyectan que Cristina podría obtener entre 550.000 y 700.000 votos solo en la Tercera Sección, un rango que la ubicaría muy por encima de cualquier otro candidato legislativo en el país en términos de votos absolutos. En la provincia de Buenos Aires, el kirchnerismo se posiciona con una intención de voto que oscila entre el 26% y el 34%, cifras que, si se traducen en resultados, consolidarían esta hipótesis.

Cristina va por la proeza: ¿repetir los valores de 2019?

En las elecciones legislativas de 2019, el Frente de Todos logró un récord histórico en la Tercera Sección, con aproximadamente 2.000.000 de votos y una participación estimada del 65%. Esta cifra marcó un techo difícil de superar en términos absolutos.

Cristina Kirchner, con su candidatura, apunta a igualar o superar ese volumen, lo que sería una verdadera proeza política en un contexto electoral más fragmentado y competitivo.

Una estrategia política con múltiples objetivos

Más allá del mero número, ser la dirigente con más votos tiene un valor simbólico y político estratégico. Le otorga a Cristina un capital político significativo para influir en las negociaciones internas del peronismo y fortalecer su posición de liderazgo dentro del espacio.

Además, este triunfo numérico le permite medir su vigencia política, su capacidad de movilización y el alcance real de su influencia en un momento de alta fragmentación electoral y nuevas fuerzas que amenazan los dominios tradicionales del peronismo.

La candidatura de Cristina no solo responde a una jugada táctica electoral, sino a una apuesta política que busca reafirmar su liderazgo personal y político con cifras contundentes, en un territorio emblemático para el peronismo.

Su objetivo va más allá de disputar un cargo legislativo: quiere conducir el peronismo y el espacio político con votos. Un capital clave para las próximas batallas políticas en el escenario nacional de cara al 2027.

¿Cómo encarará esta campaña electoral? En principio, la propia Cristina ha mencionado elípticamente a cuestiones referidas a la provincia, aunque evitando nombrar al gobernador Axel Kicillof. Es más, la ex presidenta da señales de apuntar hacia los problemas de caracter nacional, con fuertes críticas a Milei y su gobierno. Es una invitación a nacionalizar el debate político, por lo menos por ahora.

Alfredo Barros / La Nueva Comuna

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