Cristina Fernández lidera el PJ con la misión de reinventar el peronismo en la era Milei
Cristina Fernández de Kirchner asumió recientemente la presidencia del Partido Justicialista (PJ) en un contexto donde la derrota electoral frente a Javier Milei obliga al peronismo a repensar su rol opositor. Según Federico Vázquez, el libertarianismo en Argentina podría interpretarse como una fase tardía de un neoliberalismo desgastado, o como un fenómeno global novedoso. De esa interpretación, señala, depende la capacidad de imaginar futuros posibles.
Desde la derrota electoral, el peronismo atravesó un período de reacciones instantáneas y críticas dispersas, muchas de ellas enfocadas en la interna partidaria. Sin embargo, la llegada de Fernández al liderazgo del PJ, aunque no exenta de tensiones con figuras como Axel Kicillof, parece haber iniciado una reorganización. La estabilización financiera del gobierno libertario también ha reducido las expectativas de salidas rápidas o disruptivas, forzando al peronismo a pensar seriamente su futuro.
El neoliberalismo: ¿ciclo tardío o nuevo paradigma?
La lectura sobre el momento actual es clave para planificar el rumbo. Vázquez sugiere que no estamos ante un cambio civilizatorio drástico, sino frente a una reiteración de viejos problemas: precarización laboral, crisis del poder estatal frente a las corporaciones y extrema individualización. “No estamos frente a un mundo nuevo, sino viviendo uno desgastado”, plantea. Si esta es la última etapa del neoliberalismo, el desafío es pasar de diagnósticos a propuestas concretas que puedan reorientar la dirección del país.
Reflexiones críticas sobre el kirchnerismo
El análisis histórico del kirchnerismo revela una herencia política y social que, para Vázquez, no ha sido suficientemente valorada. Políticas como la Asignación Universal por Hijo (AUH), la ampliación de las jubilaciones y la creación de universidades fueron logros significativos que dejaron huellas profundas. La AUH, por ejemplo, continúa funcionando como un pilar básico para millones, incluso bajo el gobierno de Milei.
En el ámbito educativo, la creación de universidades públicas accesibles y vinculadas a las comunidades locales destacó como una política transformadora. Según Vázquez, este modelo podría replicarse en la educación primaria y secundaria para garantizar calidad y acceso equitativo.
En el terreno laboral, el aumento de la sindicalización durante los gobiernos kirchneristas marcó una excepción en un contexto global de retroceso sindical. A pesar de las tensiones entre Cristina Fernández y Hugo Moyano, la formalización del empleo fortaleció a los sindicatos, dejando un precedente para futuras estrategias.
Mirada federal y regionalista
El Censo Nacional 2022 mostró que las provincias más postergadas históricamente, como Santiago del Estero, Chaco y Formosa, fueron las que más redujeron sus índices de pobreza durante el kirchnerismo. Esto se debió a políticas públicas nacionales que revirtieron el abandono iniciado en los años noventa. Para Vázquez, retomar esa mirada federal es clave para construir un proyecto de país sostenible y equitativo.
El desafío actual: construir lo nuevo
El desafío del peronismo, según Vázquez, es convertir su legado en una herramienta para enfrentar un neoliberalismo que ya no ofrece soluciones. La educación pública, el fortalecimiento sindical y una visión federal son pilares para reconstruir una idea de comunidad y pertenencia que trascienda el individualismo.
En esta etapa, Fernández no solo lidera el PJ, sino que encarna la esperanza de que el peronismo pueda renovarse para enfrentar los desafíos de una Argentina que atraviesa el ocaso de un modelo económico y político desgastado. La construcción de un nuevo paradigma será clave para el futuro del movimiento y del país.
Con información de Revista Anfibia
Publicado en lanuevacomuna.com