Los senadores libertarios enfrentan un dilema. Victoria Villarruel, presidenta del Senado, teme que convocar a sesiones pueda exponerla a un ataque de Santiago Caputo, mientras que la falta de acción podría derivar en un escándalo si el peronismo fuerza la apertura del recinto. Desde la Casa Rosada, intentaron contrarrestar el impacto proponiendo un proyecto para desaforar a todos los legisladores con causas abiertas por corrupción.
Cristina Kirchner retó públicamente a Javier Milei a tomar una postura sobre la expulsión del senador Edgardo Kueider, detenido en Paraguay al intentar ingresar de forma irregular una mochila con más de 200 mil dólares. «Fijate que tu Vicepresidenta no se olvide de convocar a sesionar y que tus 6 senadores bajen al recinto para dar quórum», escribió la ex mandataria en Twitter, rematando: «¿O Kueider es tuyo y lo van a dejar seguir siendo senador porque tienen miedo que hable?».
El mensaje impactó de lleno en el bloque libertario, que parece no tener una línea clara. Según fuentes parlamentarias, Villarruel «no sabe cómo proceder». Si convoca la sesión, corre el riesgo de recibir ataques de Caputo, quien ya intervino anteriormente para bloquear reuniones del Senado. Por otro lado, no convocar podría abrir la puerta a que el peronismo tome la iniciativa y genere una crisis aún mayor.
El caso Kueider, aliado del oficialismo en el Senado, está generando tensiones internas en el bloque libertario. Su cercanía con Caputo fue clave para que obtuviera beneficios políticos, pero su arresto desató una tormenta que podría costarle el cargo. Además, Kueider enfrenta acusaciones de haber recibido sobornos para aprobar la Ley de Bases, lo que llevó al peronismo a impulsar una comisión investigadora.
Desde el oficialismo ven la expulsión de Kueider como inevitable. Los senadores de Unión por la Patria ya suman 33 votos, y cuentan con el respaldo de aliados misioneros. Un peronista fue contundente: «¿Luis Juez, que fue fiscal anticorrupción, lo va a salvar?».
En el bloque PRO, presidido por Juez, definirán su posición esta semana, aunque una senadora reconoció que «es difícil no votar por su destitución». Por su parte, los libertarios enfrentan divisiones internas, y un representante de Milei sugirió que Francisco Paoltroni podría dar quórum, en contraposición a las órdenes de Caputo.
Mientras tanto, la propuesta de expulsar a todos los legisladores con causas de corrupción, planteada desde sectores cercanos al oficialismo, no logró consenso. En el Senado se percibe un creciente malestar entre quienes apoyaron a Milei en su primer año de gobierno. Algunos incluso evalúan solicitar licencias para evitar participar en la sesión, lo que facilitaría el avance del peronismo al reducir el número de legisladores necesarios para alcanzar los dos tercios.
Con información de La Política Online
Publicado en lanuevacomuna.com
