La demora en el llamado a licitación de las máquinas tragamonedas en siete salas de juego de la provincia genera impaciencia en distintos sectores, especialmente porque el gobierno de Axel Kicillof planea incluir en el proceso la exigencia de mejoras en las instalaciones de los casinos.
A pesar de múltiples postergaciones, fuentes del sector del juego señalaron que el Instituto de Lotería y Casinos había confirmado el año pasado que el proceso licitatorio comenzaría en octubre de 2024, algo que finalmente no ocurrió.
Según trascendió, dentro del gobierno bonaerense aún persisten debates internos sobre los términos del pliego, particularmente en lo referente a las inversiones necesarias para modernizar los casinos.
Los slots que se prevé licitar corresponden a los hoteles Hermitage y Sasso en Mar del Plata, así como a los casinos de Miramar, Mar de Ajó, Tandil, Sierra de la Ventana y Necochea. Todas estas concesiones han venido operando con prórrogas anuales.
En el caso de Necochea, la demora en la licitación preocupa al municipio liderado por el vecinalista Arturo Rojas, quien semanas atrás reiteró su reclamo para que se concrete el proceso «que tanto estamos esperando».
Además de la concesión de las máquinas tragamonedas, se espera que el pliego contemple trabajos de remodelación en los edificios y mejoras en las condiciones laborales de los empleados.
Desde el municipio sostienen que, con una fuerte inversión privada, el deteriorado pero emblemático casino podría recuperar su esplendor. Sin embargo, en sectores de la oposición han surgido propuestas alternativas, como su demolición o su transformación en una sede universitaria.
El proceso de licitación de las tragamonedas también reavivó el interés del municipio en vender el icónico edificio frente al mar, inaugurado en 1973 y actualmente en estado de abandono.
Este procedimiento es independiente de la licitación provincial. De hecho, el Concejo Deliberante local aprobó el pliego para la venta del casino hace dos años, cuando estuvo a punto de concretarse la compra por parte de Casino Victoria, propiedad de Daniel Mautone.
Desde la Asociación de Empleados de Casinos Nacionales (AECN) advirtieron que “la licitación de los casinos es esencial para recuperar la competitividad en un mercado del juego cada vez más saturado de oferta”.
En Necochea recuerdan que la venta no se concretó en su momento debido a que la empresa habría condicionado uno de los pagos, una cláusula que no estaba contemplada en el pliego. No obstante, aseguran que Mautone sigue interesado en la adquisición.
Más allá de este caso puntual, la incertidumbre sobre el futuro de los casinos preocupa a todas las salas de juego involucradas y mantiene en alerta a los gremios del sector.
Recientemente, la seccional bonaerense de la AECN envió una nota al titular de Lotería y Casinos, Gonzalo Atanasof, en la que reiteraron que «la licitación de los casinos es esencial para recuperar la competitividad en un mercado del juego cada vez más saturado de oferta».
Kicillof avanza con la licitación de siete salas y Mautone podría quedarse con el casino de Necochea
Además de la operación de las tragamonedas, se espera que el proceso incluya obras de infraestructura y mejoras laborales.
Las licitaciones quedaron pendientes por distintos motivos. En el caso de los casinos Hermitage, Miramar y Tandil, fueron incluidos en un mismo bloque durante la gestión de María Eugenia Vidal, pero el proceso se declaró desierto y nunca se retomó.
Por su parte, las salas de Mar de Ajó y Necochea no fueron incluidas en las licitaciones a 20 años realizadas durante el gobierno de Vidal, ya que la exgobernadora había anunciado su cierre.
Mientras tanto, el casino de Sierra de la Ventana tiene su contrato vencido desde hace dos años, y el Sasso llegó al final de su concesión en 2024.
Con información de La Nueva Comuna
La Nueva Comuna