*A 50 años del paso a la inmortalidad del General Peron :
Me parece que es muy oportuno, con un nuevo aniversario del fallecimiento, el paso a la inmortalidad, como decimos nosotros, de nuestro conductor, el General Perón, hacer algunas reflexiones. En primer lugar, analizar el tremendo desafío que tenemos enfrente y la situación concreta que está padeciendo nuestro pueblo, con un gravisimo abandono en políticas sociales, con un gobierno totalmente cruel e insensible, que tiene un planteo claro: modificar prácticamente toda nuestra forma de vida, casi refundar otro país. Un pais distinto. Individualista . Del salvese quien pueda . Proyecto que solo puede imponerse a fuerza de gases, balas de goma y represion. Al punto de que ya se pueda llamar ley » gases » a esta nefasta propuesta, producto solo de esa represión.
Sabemos que no se hubiera podido aprobar sin represión, sin presos. Presos que todavía quedan 5 y por los que vamos a seguir trabajando por su liberacion; obviamente, porque son presos políticos.
Pero volviendo al proyecto de Milei, dejar en claro que lo que se plantea es un cambio de paradigmas, un cambio de fondo, la destrucción del Estado. Con las declaraciones de Milei queda cada vez más claro, donde habla de que » es un topo que desde adentro va a destruir el Estado » . La otra caracterización es la atomización, la división del país, la balcanización, se le podría llamar, donde permanezcan tres o cuatro enclaves y se pierda la idea de identidad nacional, se pierda la idea de patria y se trabaje sobre un sector petrolero en la Patagonia, gasífero, sobre otro sector minero en la cordillera, en el norte el litio, en la zona de Corrientes y demás, el agua. Bueno, transformarnos en tres o cuatro factorías, con sueldos de miseria, sin derechos, sin vacaciones, sin aguinaldo. Volver, no solo antes del peronismo, sino volver a 1810, digamos, o a 1800, qué sé yo, no sé a dónde nos quieren llevar porque cada vez vamos más para atrás. Donde perdamos más y más derechos.
En ese marco, es necesario dejar de lado los egos personales, dejar de lado los intereses particulares es esencial, y más dentro de un movimiento como el peronista. Volver a la doctrina, volver a Perón, es nuestro mensaje. Primero la patria, después el movimiento y por último los hombres, decía el General. Nunca más actual es el planteo que en este momento. Entonces decía, en unidad, con debate, con los oídos bien abiertos, escuchando a nuestra gente, conteniendo. No compartimos para nada el manejo de algunos dirigentes de «esperar». Hay que esperar a que esto se pudra, hay que esperar a que esto esté mal, para salir. No, ya tenemos que salir, ya tenemos que estar hace rato en la calle conteniendo, ayudando, con alimentos, con ropa, con lo que podamos. Y en la calle con los militantes, con los gremios, con los movimientos sociales, resistiendo, peleando, y viendo de qué manera nos organizamos, nos reorganizamos para volver.
Si la discusión o el planteo es volver a quien pone el primer concejal, a quien pone el segundo concejal en nuestro distrito, por ejemplo, bueno, vamos a seguir equivocándonos. Hay que definir claramente un proyecto de ciudad, un proyecto de provincia, de país, quiénes lo van a llevar a cabo y más se discutirá después, pero primero hay que definir claramente qué es lo que hay que hacer. Qué es lo que hay que hacer con la deuda, qué es lo que hay que hacer con el Estado, qué figura queremos del Estado, cuál es la tarea del Estado, cuál es la finalidad de la educación, de la salud. De los temas centrales, el empleo, la producción, obviamente privilegiar la producción y el trabajo.
Este modelo actual , otro de los datos que tiene, es que es un modelo de timba y ajuste permanente. un modelo de inversiones rápidas, entre comillas, que termina siendo un modelo de saqueo de los recursos naturales. Organizarnos, hacer una autocrítica fuerte, hacerse cargo. En el distrito se hizo la peor elección del peronismo de la historia, eso tiene responsables, con nombre y con apellido. No hace falta que los digamos, ya lo sabemos. Esperamos que esos compañeros y compañeras den un paso al costado y dejen que otros compañeros y compañeras tengan oportunidades de mostrar otro camino, porque hay otro camino.
Entonces por ahí nos parece que va la cosa: el mejor homenaje al General, volver a la doctrina, contener a nuestros compañeros y compañeras, levantar las banderas históricas de nuestro movimiento y, en el plano ya más interno, renovar, volver a afiliar. Hay gente que se ha desafiliado, no aparecen en los padrones, abrir las posibilidades de que haya listas y terminar con el dedo, dedo de nadie. Que se elija por consenso si se puede y si no, que haya internas y que haya listas, 1, 2, 3, 5, las listas que necesitemos para hacer síntesis, no hay ningún problema, no va a pasar nada.
Por último, el papel del partido. El partido, lo planteaba el General, es la herramienta electoral. Pero, no obstante, tiene una función de capacitación, tiene una función de contención de los compañeros y compañeras. No tiene sentido tener una unidad básica o un local partidario para tenerlo cerrado y abrirlo cinco minutos antes de las elecciones. Esa no es la tarea. No tiene sentido hablar de amplitud, de unidad, para armar una lista en la que después manejan todo entre dos o tres personas. No se les da participación a los compañeros. No tiene sentido hablar de amplitud, de unidad, y después son siempre los mismos los que van en los lugares.
Hay un montón de cosas que nos tenemos que replantear, que tenemos que discutir y canalizar, porque los resultados están a la vista. Venimos perdiendo elección tras elección en el distrito. Bueno, si no nos hacemos cargo, será cuestión de seguir perdiendo elecciones. Entonces, bueno, esto se tiene que terminar. Tiene que haber apertura, tiene que haber diálogo y tiene que haber renovación. Esto es claro. Cuando Perón hablaba de la doctrina, inclusive decía que la doctrina había que actualizarla también. Siempre tener en cuenta eso, revisar el tema de la comunicación, las redes sociales, etcétera, etcétera. No dar ventaja, no dar ventaja como hemos dado, y tener en claro que si la política no da respuesta a las necesidades de los vecinos, de las vecinas, del pueblo, entonces no tiene sentido. Y en esto también reivindicar la figura de nuestro compañero Néstor Kirchner, que permanentemente nos decía que la política es la herramienta fundamental que tenemos para transformar la realidad. Si esa política que aplicamos no transforma ninguna realidad, esto también lo dice nuestro compañero Ferraresi de Avellaneda: «si la política no transforma nada, entonces pierde sentido».
Roberto Gómez (dirigente gremial y peronista)