El Chiquero otra vez da lástima, se vino abajo por evidente abandono de las instalaciones.
Creada en su momento para ordenar situaciones del transporte hacia el Puerto, queda la incógnita sobre si las situaciones se ordenaron o se complicaron.
El lugar, resaltemos, es un lugar de paso y detención obligado para el transporte de las cargas hacia Puerto Quequén. Pero a los transportes los manejan personas, seres humanos, que tienen dignidad y si no la tienen, la merecen.
La Playa de Camiones perteneciente al estado municipal tiene una historia lamentable. A eso se debe el mote de «El Chiquero»: sigue siendo un lugar totalmente inseguro y sucio.
A pesar del paso de décadas (no años, décadas), de gestiones de funcionarios dedicados y no dedicados, de empresarios sombríos y recaudaciones dobles, de maniobras extrañas cercanas a lo delictual, en fin todo ese conglomerado de elementos conforma una atmósfera oscura y de sospecha permanente de corrupción.
Sindicatos, agrupaciones, asociaciones, empresas de transporte, todos han expresado su preocupación y han recibido invariablemente promesas. Intendentes, concejales, jueces y fiscales han intervenido en infinidad de oportunidades pero con escasos resultados. La realidad es que poco y nada han cambiado desde aquellas imágenes de otras tantas veces. Los accesos, las calles, el predio, todo parece haber sido objeto de un bombardeo aéreo.
Las imágenes que se adjuntan dan cuenta del lamentable estado actual de las instalaciones de «El Chiquero». Poco más que decir. El análisis sobre el estado actual institucional lo dejaremos para otro artículo porque es necesario escuchar las voces delos propios usuarios de este servicio municipal.
«Las quejas de los transportistas no son tenidas en cuenta» señala un viejo camionero que prefiere mantener su nombre en reserva. «Es una falta de respeto que tengamos que estar días y días en un lugar inmundo por el que encima tenemos que pagar cada vez más» dijo.
Es que a partir de este jueves 1ro de septiembre la tarifa aumenta un 25%. El ambiente vuelve a estar caldeado.
(Continuará)
Alfredo Barros / LANUEVACOMUNA.COM