De acuerdo con un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA), las jubilaciones no solo no se recuperaron en términos de dólares, como afirmó Milei, sino que cayeron drásticamente durante el primer trimestre del año.
«El veto presidencial confirma la orientación de las decisiones adoptadas desde el inicio de su mandato: que los jubilados sean quienes sostienen el equilibrio fiscal», señalaron desde CEPA.
Fin de la narrativa libertaria: las jubilaciones pierden frente a la inflación El CEPA, en su más reciente análisis, desmintió las afirmaciones del Gobierno. En su informe sobre la política previsional, concluyeron que «el veto presidencial reafirma la intención del gobierno de mantener a los jubilados como pilares del superávit fiscal».
El DNU 274/2024, promulgado el 25 de marzo, eliminó la fórmula de movilidad utilizada por el gobierno anterior de Alberto Fernández, luego de un primer trimestre que el CEPA calificó como «extremadamente desfavorable» para los jubilados, debido a que sus haberes no lograron seguir el ritmo inflacionario como resultado del desfasaje en la fórmula anterior.
«En enero de 2024, los jubilados recibieron entre un 14,7% y un 20,1% menos en términos reales en comparación con noviembre de 2023, dependiendo de si cobraban la mínima con bono o por encima de la mínima. En febrero, la caída fue aún mayor, entre un 24,7% y un 29,5%. Para marzo, los haberes estaban entre un 13,7% y un 19,2% por debajo de los valores de noviembre de 2023», indicó el informe.
La caída de las jubilaciones El CEPA también destacó que uno de los argumentos del Presidente para vetar la ley de movilidad jubilatoria fue que «desde que asumimos, las jubilaciones subieron un 5%, es decir, superaron la inflación».
«Esto no es verdad. Las jubilaciones no han ganado poder adquisitivo», enfatizaron.
«La comparación que hace Milei es engañosa y oculta un detalle clave: se compara un mes previo a la actualización de movilidad (noviembre de 2023) con un mes que ya incluye esa actualización (agosto o septiembre de 2024)», explicaron.
«Si en lugar de eso se calculara correctamente, es decir, de manera trimestral, se observaría no solo una fuerte caída tras la asunción de Milei, sino también una reducción que persiste hasta hoy para las jubilaciones sin bono (y que no se recuperará bajo la fórmula actual, que solo preserva el poder adquisitivo), y una situación aún peor para las jubilaciones que incluyen el bono», agregaron.
El informe detalló que «las jubilaciones sin bono en el trimestre de septiembre a noviembre de 2024 estarán un 4,6% por debajo del mismo periodo de 2023, mientras que las jubilaciones con bono sufrirán una caída del 13,6%». Además, no ha habido una política de compensación para mitigar esta situación.
«La decisión fue reducir los haberes para lograr el superávit fiscal: en los tres primeros meses de 2024, las jubilaciones representaron entre el 32,9% y el 37,0% del ajuste total. (…) Los jubilados han sido los principales sostenedores del equilibrio fiscal con sus recortes, explicando, entre enero y julio, el 27,7% del superávit total», concluyó el CEPA.
Bono congelado El informe también subrayó que «el bono compensatorio que recibía el 70% de los jubilados fue congelado en $70.000» desde marzo, lo que ha reducido su poder de compra mes a mes. «Los jubilados que cobran la mínima aún no han recuperado su poder adquisitivo de noviembre, ubicándose en septiembre de 2024 un 2,6% por debajo, y un 20,3% menos que en el mismo periodo de 2023», agregaron.
«Entre marzo y septiembre, los haberes aumentaron un 74,3%, pero la mínima con bono incluido solo subió un 48,9%. Si se hubiera ajustado en igual proporción, el bono debería ser en septiembre de $122.010, es decir, $52.010 más que su valor actual», concluyeron.
con información de Minuto Uno
Publicado en lanuevacomuna.com