El otrora presidente del Consorcio de Gestión del Puerto Quequén (CGPQ) y ex funcionario de la gestión de la ahora nuevamente porteña María Eugenia Vidal, tiene varias irregularidades con sus cuentas y algunos manejos difíciles de explicar, alcanzando un altísimo nivel de vida que está muy por encima de sus ingresos.
El intendente de Necochea, Arturo Rojas, tiene predilección por los autos, contando con una extensa flota a su nombre compuesta por una camioneta VW Tiguán 4×4 y una Honda CRV, a las que se le suma un lujoso Toyota Corolla SE-G con caja automática CVT (2017) y un modesto Renault 19, ostentando un valor total que supera los $6 millones de pesos, solo en vehículos.
Actualmente, por su función como jefe comunal cobra la elevada suma de los $274 mil mensuales, sin dudas una cifra envidiable. Pero, lo que más llama la atención no son precisamente sus ingresos, sino más sus gastos, teniendo en cuenta que registra en consumo de tarjetas de crédito un total de $974.000, triplicando lo que percibe por su salario.
Anteriormente, Rojas se había dedicado a la venta de artículos de madera, pero la AFIP lo dio de baja como persona física por no pagar los impuestos ni presentar las declaraciones juradas, siendo uno de los primeros problemas que el dirigente cambiemita tuvo con el fisco.
En su momento, supo gozar de tres puestos simultáneos de trabajo con sueldos que en algunos casos superan las seis cifras. Además de ostentar la presidencia del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, estaba de licencia en el Concejo Deliberante local y como si fuera poco, tiene un lugar reservado en la Anses por si los buenos tiempos se terminan.
Otro de los problemas financieros que registra el intendente necochense es que tiene dos juicios en su contra por ejecución fiscal, es decir, por evasión impositiva. Uno de ellos que comenzó en el año 2016, aunque se encuentra paralizado y el otro dos años después, cuando ya formaba parte de la administración provincial.
Por otro lado, con algunos familiares posee una sociedad de transporte pesado –flota de camiones- denominada “Transportadora General El Rafa SRL” que declaró un ingreso de $351 mil en el último balance anual. Pero, lejos de predicar con el ejemplo, a los empleados que trabajan en esa firma, los tienen sin ART.
A pesar de sus abultados ingresos, los problemas con el fisco siempre estuvieron a la orden del día y hacen opacar su imagen en la gestión municipal. Las deudas impagas son grandes y, una de las tantas, las tiene con el ente recaudador de la provincia de Buenos Aires (ARBA), con quien se encuentra en situación 4, en instancia judicial, debido a que la empresa le debe al Estado varios miles de pesos.
Pero las complicaciones con el fisco no son exclusivas de Rojas, ya su esposa, Jorgelina Rautto, también se encuentra en situación 3 con ARBA, debiendo más de $10.000 y a punto de entrar en una situación judicial en la que podrían embargar sus bienes.
Dixit p
Publicado en lanuevacomuna.com