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EN NECOCHEA

¿Arancelamiento?: el día que Kicillof cruzó a Rojas porque «la educación pública no es una empresa»

Durante la inauguración del Jardín 908 de Quequén el 25 de octubre de 2022, se produjo un llamativo cruce entre el gobernador Axel Kicillof y el intendente de Necochea, Arturo Rojas. El entredicho fue por diferencias de criterios en la Educación y el rol del Estado.

La inauguración del nuevo edificio para el Jardín fue la nota del día. Pero no pasó inadvertido el cruce entre el intendente y el gobernador. El jefe comunal local comenzó su alocución ante el público y las autoridades presentes haciendo una reseña de las obras y gestiones que viene llevando adelante la Municipalidad. Antes de culminar, Rojas hizo un reclamo público al gobernador por más fondos para educación municipal, una actitud que molestó por no ser el lugar ni el modo apropiado.

Se estima que anteriormente hubo un diálogo privado. Rojas habría anticipado al gobernador su intención de arancelar el sistema educativo municipal porque es «un gasto que no le reditúa al municipio». El intendente estaba avisando lo que está haciendo ahora: arancelar el sistema educativo municipal.

Tras la intervención del jefe comunal local, le tocó el turno al gobernador, quien pareció dedicarle gran parte de su alocución a Rojas con una encendida defensa de la educación pública. Se observó al gobernador Kicillof visiblemente emocionado, llegando incluso a interrumpir su discurso por este motivo.

Este es el texto completo del discurso del gobernador:

«Es siempre un momento especial inaugurar un nuevo edificio escolar. Requiere de reflexión, requiere de diálogo, porque el tema de la educación pública ha estado en debate en la Argentina durante algún tiempo. Está en debate en nuestro país. Recientemente escuché a un dirigente político, quien, según encuestas, cuenta con un gran respaldo popular, expresar que cada persona debería pagar su educación, argumentando que el Estado no era necesario en este ámbito, que se trataba únicamente de una cuestión de eficiencia, de oferta y demanda, sosteniendo que la educación debería estar sujeta a la lógica del mercado y a la búsqueda de ganancias. Quiero destacar que en la provincia de Buenos Aires, la educación es mayoritariamente pública, aunque existen establecimientos de gestión privada y de gestión estatal. Dentro de los establecimientos de gestión privada, algunos son completamente privados, mientras que otros reciben subsidios del Estado provincial. Muchos desconocen este aspecto. Las escuelas que no reciben subsidios, y que funcionan únicamente con las cuotas de los alumnos, representan solo un 5% del total de las 21.000 escuelas que tenemos en la provincia de Buenos Aires. Quiero dejar en claro que no tengo objeciones respecto a esas escuelas completamente privadas, en las cuales los padres pueden pagar cuotas. Sin embargo, me pregunto qué sucede con el 95% restante de las escuelas, donde la falta de pago no se debe a la falta de voluntad, sino a la imposibilidad económica. La educación implica costos, como infraestructura, personal docente y materiales, y para nosotros, estos no son gastos, sino inversiones. El valor de esta inversión, el retorno que genera, no pretendo discutirlo ahora, aunque recuerdo que Arturo mencionó anteriormente si Aerolíneas Argentinas genera o no ganancias. Está bien, pero ¿saben qué ocurrió? En un momento, Aerolíneas Argentinas fue privatizada y, como consecuencia, la empresa pasó a operar únicamente vuelos a destinos turísticos con alto poder adquisitivo, durante las temporadas altas, lo que dejó a muchas provincias sin conectividad aérea, como Tierra del Fuego, por ejemplo. Tenemos un país enormemente extenso. Aquellos que desean evaluar la educación desde la perspectiva de la rentabilidad y del sector privado están equivocados. Este jardín no se construye con fines de lucro, no es para obtener ganancias o cobrar cuotas. Este jardín se construye para brindar oportunidades de aprendizaje, para permitir que los niños compartan, para formar ciudadanos. Muchas gracias. Es estrecho, limitado, estudiar el papel del Estado como si fuera una empresa. Porque el valor, el retorno de la inversión en un jardín de infantes, es incalculable, es infinito. Transforma la educación y la comprensión en nuestra patria, es una fábrica de futuro. Este gobierno no concibe la educación pública como una empresa, sino como una necesidad que debe ser atendida por el Estado. La inauguración de este jardín representa un acto de justicia social, donde los valores humanos están por encima de la rentabilidad económica. También quiero mencionar el debate que se generó anteriormente sobre la educación pública y las descalificaciones hacia los maestros y maestras. Se difunden muchas ideas equivocadas y denigrantes sobre la educación pública y sus trabajadores. Invito a aquellos que critican la escuela pública a visitar este jardín, o cualquier otro establecimiento educativo de la provincia de Buenos Aires, para ver la calidad de la educación pública que ofrecemos. Reconozco que aún tenemos desafíos por delante, necesitamos más escuelas, más jardines, más inversión. Estamos recuperando terreno y enfrentando una situación difícil, pero quiero dejar en claro que este gobierno tiene un compromiso indeclinable con la educación. Hemos inaugurado 102 escuelas nuevas en toda la provincia y estamos trabajando para llevar la universidad a cada municipio. Quiero agradecer al Ministro Alberto Sileoni por su incansable labor para mejorar y transformar la educación pública en la provincia de Buenos Aires. Vamos a seguir creciendo, mejorando la calidad educativa y garantizando que la escuela llegue a cada rincón de nuestra provincia. No hay mejor lugar para los niños y niñas de la provincia de Buenos Aires que la escuela. ¡Aguante la escuela pública! Muchas gracias a todos.»

De esta manera, concluyó el discurso del gobernador Axel Kicillof: con vehemencia, en una enérgica defensa de la educación pública como un derecho humano fundamental, criticando la concepción mercantilista de la educación y destacando su valor transformador en la sociedad.

Al pasar, coloquialmente, Kicillof mencionó estas palabras textuales: «Arturo mencionó anteriormente si Aerolíneas Argentinas genera o no ganancias… Aquellos que desean evaluar la educación desde la perspectiva de la rentabilidad y del sector privado están equivocados… Es estrecho, limitado, estudiar el papel del Estado como si fuera una empresa». ¿Se lo estaba diciendo al intendente Rojas, que lo había precedido antes?

A las claras está que hay diferencias de criterio en cuestiones importantes, políticas, filosóficas, de formación, etc. Es mejor quedarse con las palabras de Kicillof: “Estamos transformando la educación pública con el objetivo de que para los pibes y las pibas de la provincia de Buenos Aires no haya ningún lugar mejor que la escuela”.

Si se arancela la educación pública, no se estaría garantizando este objetivo.

Alfredo Barros / LANUEVACOMUNA.COM

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