“Los gobiernos populares son débiles ante el escándalo. No tienen ni cuentan con la recíproca solidaridad encubridora de las oligarquías, y son sus propios partidarios quienes señalan sus defectos que después magnifica la prensa. El pequeño delito doméstico se agiganta para ocultar el delito nacional que las oligarquías preparan a la sombra, y el vendepatria se horroriza ante las “sisas* de la cocinera”. Arturo Jauretche.
La mujer del Presidente festeja su cumpleaños en una época donde estaban permitidas reuniones de hasta diez personas (al parecer, alguien trajo consigo un bebé). Tan inoportunamente como el hindú encarnado por Jerry Lewis en La fiesta inolvidable, el Presidente, al terminar su jornada de trabajo cae a soplar las velitas y un festejante le saca una foto y luego se manda la parte con sus amigos, incluso gorilas. Con alguna estación intermedia llegan a manos de una conductora de programas de noticias que tuitea en respuesta a quienes dicen que “la foto se filtró”:
“Quiero aclararles que no se filtró sino que es el resultado de un arduo trabajo periodístico. Además de conducir un noticiero, un programa de radio y ser columnista de política y economía, hago periodismo de investigación”.
Y es que Guadalupe Vázquez hace de todo y lo hace muy bien, Lástima que ya no le pueda impartir lecciones a José Luis Torres, Rodolfo Walsh y Rogelio García Lupo, pero quizá pueda tener éxito con Bercovich, Ari Lijalad, Ale Dandán, Juan Alonso y Patán Ragendorfer, que han de necesitar alguien que los oriente.
En eso se ha convertido el “periodismo de investigación”. Si se levantara de la tumba, Hemingway correría a cargar la escopeta para no verlo; agenciarse una foto de cumple. Un tema que debería ser irrelevante (aunque ¿qué duda cabe?, se exprimirá a fondo mientras el 85% o 90% del poder de fuego mediático esté en manos de nuestros enemigos). El episodio es, si, penoso. Como el de ese gran periodista que creyó que a él no le tocaban las generales de la ley, tendencia que se ha de reconocer, está en la naturaleza humana (yo, por ejemplo, he salido reiteradas veces a estirar las piernas entrada la noche dando una vuelta a la manzana sin colocarme el barbijo, pero llevándolo, por si alguien se me acercara o yo debiera acercarme a alguien). Sucede que cuando se está ese primerísimo lugar se sabe que estas cosas pueden suceder, que siempre puede haber un topo, o se está en babia. Y ya se sabe: en política es preferible pasar por malo que por tonto… y hablando de tontos: bandadas de pavotes propios se desgarran las vestiduras sirviendo de caja de resonancia de los embates enemigos.
Una amiga me dice que me tomo todo dramáticamente. Puede ser, pero creo no privarme del humor… negro.
Lo importante es los que iban a Olivos no precisamente a una fiesta de cumpleaños, sino para instrumentar el Lawfare con el capi de tutti capi.
Cierren filas y pónganse en orden de batalla, que el destino de la patria está en juego.
El que la tiene clara es Dardo Castro:
«Curiosa parábola la que surgió de la revelación, con foto y todo, del cumpleaños de la esposa de AF. Al previsible griterío mediático de los medios hegemónicos, se unió el griterío en las propias filas del FdT, de un exaltado sector que hace catarsis en espejo con la derecha, puteando al Presidente sin ningún esfuerzo de análisis sereno del hecho, de sus consecuencias en un escenario de inminencia electoral y en medio de una situación de debilidad de la oposición y de fragilidad de un gobierno que lidia con las devastadoras consecuencias de la pandemia y la deuda infinita, que todo lo condicionan.
El escándalo demuestra, una vez más, el enorme poder de comunicación y de manipulación de la derecha, capaz de exaltar hasta el delirio no solo el odio opositor sino que puede modelar los comportamientos y las emociones de amplios sectores del activismo que adhiere, en líneas generales, al gobierno peronista. Como en el caso del llamado “vacunatorio VIP”, la jauría mediática logró que una ola de furia y pesimismo recorriera incluso a sectores militantes del FdT. En buena parte, esto se explica por el hecho de que se trate de un frente, con figuras y tendencias diversas que no terminan de legitimarse entre quienes integran ese tronco primario que lidera sin rivales CFK.
Incluso en otros círculos, que no adhieren en modo alguno a los partidos de derecha, han surgido voces que acusan a AF de haber infligido “un daño mortal” o una derrota “al movimiento popular”, y sostienen que debería renunciar. Esto sucedió en el poblado chat de debate de “los científicos”, posturas lideradas, entre otros, por el sociólogo Daniel Feierstein, que mereció la respuesta del biólogo molecular Ernesto Resnik: “Si el presidente cae por un cumpleaños el sistema democrático argentino no tiene destino”.
La polémica sobre el rumbo del gobierno, sus aciertos, errores y debilidades, existe desde que se inició la gestión y es parte de la vida de cualquier colectivo político, incluso si se trata de una fuerza más homogénea, pero en el FdT adquiere una emocionalidad que a menudo impide medir la magnitud real de los acontecimientos y sus consecuencias presentes y futuras. Como ejemplo extremo, se oyen disparates como la comparación del cumple de Fabiola con los bolsos de López, o la suposición de que a partir de hoy Alberto es un pato rengo, o que las PASO están perdidas y serán el preludio del regreso triunfal de la derecha en 2023.
Todo esto resulta ridículo frente a la magnitud los problemas que afronta el gobierno y el país y las decisiones cruciales, estratégicas, que debe tomar en una correlación de fuerzas sumamente difícil. Entre otras cosas, hoy se están definiendo cuestiones tan trascendentales como la reorganización del sistema político, económico e institucional de América latina y el Caribe, y la inserción de la Argentina en el nuevo contexto mundial caracterizado por la disputa entre China y los EE.UU., con una inesperada relevancia argentina, por sus recursos naturales y por su ubicación geopolítica.
No hay duda de que el cumpleaños de Fabiola es un hecho casi incomprensible, no por la magnitud del blooper sino porque a un gobierno peronista no puede pasarle algo así, y viene a reforzar la percepción, tenazmente regada por los medios, de que el Presidente carece de autoridad. Su figura en la fiesta, fotografiado sin piedad, consolida esa imagen. Como en los bolsos de López, más que nunca la imagen es el mensaje. Un mensaje polisémico.
Quiso el azar que el escándalo estallara en simultáneo con el acto de Lomas de Zamora y el discurso de CFK, tan enérgico y certero como siempre (ver abajo). No faltó nada, con reivindicación del delfín Kiciloff y de la Cámpora, y un piedrazo al PJ. Este involuntario contrapunto exalta aún más el imaginario que difunden LN y Clarín, de que el poder político no finca en la Rosada sino en un despacho del Senado y en el Instituto Patria, aunque esté semivacío.
Son innumerables los memes de la parcialidad que juegan con la idea de la renuncia de Alberto y la asunción de Cristina. Sin quererlo, la chacota señala el gran problema de la vicepresidenta: ¿Cómo ha de encarar la campaña el kirchnerismo puro al mismo tiempo que debe contribuir a restaurar la autoridad del presidente?. Que, sea como fuere, es la autoridad del gobierno.»
Data Política y Económica
Publicado en lanuevacomuna.com