Hay cinco veces más casos de cáncer en un pueblo fumigado que en Córdoba capital
Según un estudio realizado por la UNC, por cada caso de cáncer en Córdoba capital se registran cinco en Monte Maíz. Cada diez personas fallecidas, dos mueren de esa patología en Córdoba.
Las cifras son alarmantes y si se traducen a vidas humanas, de familiares o amigos que residen en zonas agrícolas, la preocupación es aún mayor. De acuerdo a un estudio que realizaron estudiantes y docentes de la UNC en la localidad de Monte Maíz, ubicada en el sureste provincial, cuatro de cada diez personas que mueren, llegan al desenlace fatal por haber padecido algún tipo de cáncer. La cifra duplica el registro observado en Córdoba capital.
Además, la incidencia de casos en esa zona es cinco veces mayor que en esta ciudad. Esto significa que por un caso de cáncer en Córdoba, se enferman cinco personas en Monte Maíz.
Para arribar a este resultado, un equipo multidisciplinario que incluyó a 60 estudiantes y docentes de medicina, geografía y bioquímica de la cátedra de Pediatría de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) llevó a cabo durante una semana un relevamiento de las enfermedades en esa localidad, para elaborar un diagnóstico de salud y analizar así el impacto del uso de agrotóxicos en poblaciones próximas a zonas urbanas.
El equipo se instaló en la zona afectada desde el 15 al 19 de octubre, para ejecutar el relevamiento epidemiológico, que estudió la salud de cerca de 8 mil habitantes.
“Encontramos unas estadísticas de muerte por cáncer mucho más altas que las que se dan en la ciudad de Córdoba, casi el doble, el resultado era esperable, pero no tanto”, afirmó Pedro Varas, integrante del equipo de investigación. “Encontramos un montón de casos de asma, muchas enfermedades autoinmunes como lupus, enfermedades hormonales como el hipotiroidismo y neoplasias de muchos tipos, cáncer”, agregó Varas.
El cáncer es la primera causa de muerte en Monte Maíz, de acuerdo a los resultados del estudio. Según los profesionales que lo realizaron, las razones son bastante obvias. El trabajo denominado «Informe epidemiológico preliminar de encuesta familiar en Monte Maíz» reveló que existe una presencia masiva de depósitos de plaguicidas y maquinas pulverizadoras en todos los sectores urbanos contaminando edificios lindantes y los patios de múltiples casas.
El uso de plaguicidas en zonas de cultivo de granos y oleajinosas, como maíz o soja, también genera daños en otras poblaciones del interior de la Provincia. La UNC también desarrolló estudios en Morrison, donde se observó que los casos de cáncer también aumentan más cerca de las zonas de fumigación. Según publicaron desde la agencia UNCiencia, “entre las afecciones más frecuentes se ubicaron las de tipo ocular, las cutáneas y los dolores de cabeza. También se detectó una elevada proporción de recién nacidos con bajo peso (12,5 por ciento) y de nacimientos antes de término (13,8 por ciento), cifras sensiblemente superiores a las registradas en el resto de la provincia (7 por ciento y 7,8 por ciento, respectivamente)”.
El estudio también reveló que el 54% de los habitantes de esa localidad está expuesto a agroquímicos en diversas ocasiones (por vivir junto a campos fumigados, emplear plaguicidas como repelente, cargar o mezclar agroquímicos, consumir o bañarse cerca de áreas fumigadas, y otros), según informaron desde la UNC.
Como segunda etapa, el relevamiento fue replicado también en Pozo del Molle, donde se evaluaron los efectos nocivos de los agroquímicos con carácter diagnóstico y preventivo. Los resultados aún no fueron publicados.
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