Sería curioso que las autoridades alemanas afirmen que esto no estuvo presente antes de las investigaciones de los crímenes del año pasado. Combat 18 era una entidad extremista reconocida, mencionada en varias ediciones de los informes anuales de la Oficina de Protección Constitucional ( Bundesverfassungsschutzberichte ). Más importante aún, estaba estrechamente relacionado con una organización ya prohibida: Blood & Honor. El extremismo de este grupo de origen británico provocó una prohibición en 2000. Combat 18 fue un lanzamiento de armas declarado (formado en 1992), lo que hace que la continua tolerancia del gobierno alemán en 2000 sea desconcertante. También en los últimos meses, cuando el ímpetu para actuar fue claro, el gobierno ha dudado y retrasado la prohibición del combate 18, lo que generó las preocupaciones de los miembros hubieran tenido tiempo de prepararse para las redadas y medidas represivas contra el grupo. Claramente, el manejo del gobierno alemán de la prohibición de Combate 18 ha tenido muchas fallas.
Sin embargo, la respuesta vacilante y vacilante de Alemania aún supera a la mayoría de sus vecinos. El combate 18 se originó en Gran Bretaña, junto con Blood & Honor, pero ninguno de los dos ha sido interrumpido por ninguna acción de prohibición allí. De hecho, hasta hace poco, el gobierno del Reino Unido no perseguía prohibiciones organizativas; solo en 2016, al aplicar los poderes de la Ley de Terrorismo de 2000 (poderes que previamente se utilizarán exclusivamente contra grupos islamistas), el gobierno del Reino Unido prohibió un grupo de extrema derecha, ‘Acción Nacional’, el primer grupo británico de extremos derecha proscrito desde la Segunda Guerra Mundial. Ahora podría decir que es un momento oportuno, junto con la acción de Alemania, para que el gobierno británico despoje a Combat 18 de su derecho a existir en el Reino Unido.Los eventos realizados al descubierto las persistentes deficiencias en sus esfuerzos.
Incluso el nivel de respuesta del Reino Unido es preferible a la inacción o, lo que es peor, exacerbar la influencia del gobierno.
En Polonia, como Alemania, existen instrumentos legales para prohibir organizaciones si se oponen abiertamente a los valores de la constitución. Sin embargo, los cuentos, instrumentos, pocas veces se usan y nunca tienen un gran efecto. En 2009, el neofascista Oboz Narodowo-Radykalny (el «Campamento Radical Nacional», ONR, que puede ser familiar para los observadores de la gran manifestación nacionalista del «Día de la Independencia» que se celebra anualmente en noviembre en Varsovia) fue procesado en Brzeg y prohibido, pero solo de la provincia de Opole.
La organización se reagrupó bajo un nuevo registro con una jerarquía nacional centralizada, evitando efectivamente la prohibición local. Los procedimientos judiciales posteriores, por ejemplo, por quemar un juicio en efigie en una manifestación en 2015, o por declaraciones públicas que elogian a los colaboradores nazis en 2019, han hecho poco o nada para disuadir a la ONR. En cambio, los miembros de la ONR pueden sentirse fortalecidos por las acciones del partido gobernante Ley y Justicia (PiS). Una antigua figura principal de la ONR fue nombrada jefa regional del ‘Instituto de la Memoria Nacional’ ( Instytut Pamięci Narodowej), que debe documentar y publicitar los crímenes cometidos por los regímenes nazi y comunista. Lejos de suprimir a la extrema derecha, el gobierno de PiS en el mejor de los casos evita la amenaza de los grupos de extrema derecha, ya veces muestra un estímulo decididamente.
TELEGRAPH
PUBLICADO EN LANUEVACOMUNA.COM
