Durante la 30ª Conferencia Industrial organizada por la Unión Industrial Argentina (UIA), el director ejecutivo de la Fundación Observatorio Pyme, Federico Poli, y la secretaria del Departamento de Política Tributaria de la UIA, Mariela Compagnucci, expresaron su preocupación ante el atraso cambiario, describiéndolo como un “subsidio a las importaciones”, además de señalar el impacto del aumento o la creación de nuevas tasas municipales.
En el panel titulado “Entornos competitivos para PyMEs productivas”, Poli destacó que “más del 90% de las empresas han reportado incrementos en las materias primas”. Sin embargo, aclaró que los precios de venta de esas empresas “no acompañan el ritmo de otros indicadores”, lo que está reduciendo sus márgenes. “Este proceso no puede sostenerse mucho más tiempo”, advirtió.
Desde la Fundación Observatorio Pyme también señalaron la influencia de los impuestos subnacionales, como ingresos brutos y las tasas de seguridad e higiene. Poli mencionó que estos gravámenes representan el 9% de los costos para las PyMEs, calificándolos como un ejemplo de “voracidad fiscal y un desorden significativo”.
Impacto del atraso cambiario en la competitividad
En su análisis, Poli remarcó que la estrategia de estabilización basada en el anclaje cambiario está generando tensiones con la competitividad del sector productivo. Afirmó que esta política económica “funciona como un impuesto sobre las exportaciones y un subsidio para las importaciones”. Por ello, instó a buscar mecanismos que mejoren la competitividad de los sectores transables sin agravar estas distorsiones. “Ordenar la macroeconomía es imprescindible, pero los efectos secundarios no deseados de estas políticas deben ser mitigados”, subrayó.
El especialista recordó que durante el modelo de convertibilidad implementado por el exministro Domingo Cavallo, aunque hubo un impacto en la competitividad de los bienes transables, se aplicaron reducciones de impuestos a sectores específicos. “Es esencial encontrar un balance entre el proceso de desinflación y la necesidad de atender la competitividad de las PyMEs”, señaló Poli, advirtiendo sobre las cifras alarmantes relacionadas con la caída de la producción y el empleo en el sector.
Aumento de tasas municipales: un problema en expansión
Por su parte, Mariela Compagnucci alertó sobre el crecimiento en la creación de tasas municipales, atribuido a la necesidad de los municipios de obtener más recursos. “Existe una notable creatividad para implementar nuevas tasas y aumentar las alícuotas de las existentes”, comentó.
Además, destacó que muchas de estas tasas no guardan relación con una contraprestación efectiva de servicios, lo que genera una desconexión entre el costo real de los servicios y los montos cobrados.
Compagnucci también señaló la problemática de los saldos a favor acumulados por las empresas, especialmente en el contexto de las percepciones al IVA y los ingresos brutos. Mencionó que, en promedio, las empresas acumulan saldos de $526 millones, de los cuales el 40% se originan en jurisdicciones donde no tienen operaciones. Además, el 12% de las firmas requiere más de un año para recuperar esos saldos, mientras que el 15% los considera directamente irrecuperables.
Si bien valoró medidas recientes, como la eliminación del anticipo del 95% para importaciones con acceso al MULC a partir de 2025, destacó la necesidad de abordar estos desafíos para aliviar la carga tributaria y administrativa sobre las empresas.
Con información de Ámbito
Publicado en lanuevacomuna.com