«Un dispositivo parapolicial “antidisturbios” preparado para posibles intentos de saqueos»
Por Mariano Beristain / Mucho Más que Dos tuvo acceso a imágenes del arsenal ilegal de armas de fuego, municiones y artefactos explosivos que forman parte de la causa que preocupa a la familia COTO y se encuentran en la sede del Banco Nacional de Materiales Controlados, dependiente de la ANMAC (ex Renar).
Las dos últimas fotos corresponden al subfusil UZI que la Unidad Fiscal de Investigaciones especializada en armas le atribuye a Germán Alfredo Coto, el director de la empresa e hijo del propietario y presidente de la cadena, Alfredo Coto. La UZI en cuestión sufrió una serie de adulteraciones con el fin de darle más precisión al subfusil. En las imágenes también puede observarse la UZI con un silenciador.
Este es el listado de armamento que se encontró en la sucursal de COTO. Armas de fuego, silenciadores, granadas y municiones. Tranqui. pic.twitter.com/VzV9n2yx5u— Juan Amorín (@juan_amorin) 5 de mayo de 2017
En su declaración jurada, Germán Coto dijo que la adquirió para repeler animales. Sin embargo, la UZI es un arma de guerra fabricada en Israel, especializada en asalto. Es considerada un arma de guerra confiable que se viene utilizando desde fines de la década del 40. Se utilizó en infinidad de guerras como la de los Seis Días, la guerra colonial portuguesa, en El Salvador e incluso en la de Malvinas. En las imágenes, además de las UZI, también pueden observarse una escopeta a repetición y la foto de una caja de municiones que también muestra una pistola 9 mm y varias escopetas que se encuentran de pie junto a la caja.
Estas fotos forman parte del arsenal conformado por armas de fuego, granadas antimotines, material explosivo, municiones y distintos pertrechos policiales que se encontraron en la bodeda de la casa central de la cadena de supermercados COTO, ubicada en la calle Paysandú 1842 de la Ciudad de Buenos Aires.
COTO JR.: COMPRAS INMOBILIARIAS EN MIAMI POR $2000 MILLONES Y ARMAS DE GUERRA MODIFICADAS https://t.co/Ype3tqfxFQ pic.twitter.com/45KqtOHaeb— LANUEVACOMUNA.COM (@LANUEVACOMUNA) 9 de mayo de 2017
La investigación se inició el 5 de setiembre del 2016 a raíz de un mensaje electrónico anónimo en la casilla [email protected], a través del cual se advirtió que la Agencia Nacional de Materiales Controlados (ANMAC-ex Registro Nacional de Armas) había hallado “material controlado y varias armas de fuego irregulares” en el local de Coto de calle Paysandú, en el límite de los barrio de Paternal y Caballito.
De acuerdo a las indagaciones preliminares, la Unidad Fiscal para la Investigación de delitos cometidos en el ámbito de actuación del Registro Nacional de Armas, a cargo de Jorge Di Lello, verificó que el arsenal de Coto estaba integrado por 227 granadas, 27 armas de fuego, dos armas de lanzamiento, 3.886 municiones, 41 proyectiles, 1 silenciador y 9 escudos antitumulto.
Fuentes judiciales destacaron a Mucho Más que Dos “la gravedad” que reviste haber descubierto un arsenal de armas ilegales de estas características en un supermercado ubicado en Capital Federal sin que las autoridades hallan neutralizado esta maniobra. La ANMAC, a cargo de Natalia Gámbaro, jamás denunció la existencia de armas irregulares y adulteradas. Pese a que la inspección tuvo lugar el 30 de agosto, recién el 5 de setiembre la Coordinación de Asuntos Jurídicos de la ANMAC ordenó el traslado al Banco de Datos, lo que se hizo efectivo el 9 de septiembre, en tanto “no dio intervención a la Unidad Federal de Investigaciones ni a ninguna otra autoridad judicial”. Una fuente directa de la investigación explicó que las armas de COTO “no cumplían con ningún parámetro legal”.
La causa 3552/16 quedó en primera instancia en manos del fiscal Di Lello, quien luego la derivó y, por sorteo, recayó en el juez Sebastián Ramos, a cargo del Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N°2, y cuya pesquisa corre desde el 5 de mayo de 2016 por cuenta de la fiscal Paloma Ochoa.
Las armas de fuego, granadas y 4000 municiones que encontraron en COTO ¿estaban en la sección cotillón?— Choripan & Vino (@ChoripanVino) 5 de mayo de 2017
En la primera etapa de la investigación, que comandó Di Lello, pudieron determinarse distintas irregularidades. Según se desprende de la causa, Don Alfredo Coto y su hijo Germán son los que se encuentran más comprometidos por la investigación.
Una alta fuente judicial alertó a Mucho Más que Dos sobre la “gravedad del hecho” porque de las primeras averiguaciones se podría concluir que la empresa adquirió las armas y los suministros como parte de un dispositivo parapolicial “antidisturbios” preparado para afrontar posibles intentos de saqueos en los días festivos de fin del año pasado. “Lo que llamó la atención era que se trataba de todas armas ofensivas”, señaló la fuente.
MUCHO MAS QUE DOS
#BuenDomingo COTO , LAS MEJORES OFERTAS EN ARMAS Y LOS MAYORES DESCUENTOS EN SUELDOS… YA SABEMOS DONDE NO TENEMOS QUE COMPRAR pic.twitter.com/IISUp8n88A— norberto todesca (@nor1077) 7 de mayo de 2017